Opinión

Beneficios y riesgos de las concesiones “combinadas”

Por: Diario Concepción 29 de Mayo 2023
Fotografía: José Oliveros Romero

José Oliveros
Académico Facultad de Ingeniería UdeC
Miembro del Consejo de Políticas de Infraestructura

El Ministerio de Obras Públicas ha planteado la posibilidad de concesionar rutas ferroviarias en conjunto con autopistas en las últimas semanas. Así, por ejemplo, se podría re-concesionar la ruta del Itata e incluir la construcción y operación de una línea férrea paralela a la carretera. El objetivo sería lograr que una infraestructura subsidie a otra y que el proyecto “combinado” sea rentable para el concesionario que desarrolla ambas obras.

Esta situación puede representar beneficios y riesgos. El beneficio evidente es poder utilizar la infraestructura lo antes posible, con recursos frescos para un servicio que se considera necesario socialmente (por ejemplo, un tren desde el norte hacia Concepción).

Además, las concesiones tienen mayores incentivos para generar infraestructura de forma eficiente, en la medida que se cumplan los plazos y se optimice el diseño para reducir los costos de construcción y la operación. Con este modelo de proyectos combinados se elimina la restricción del Estado de llevar adelante cierta infraestructura que no puede ser financiada por la vía de los peaje pagados por los usuarios, liberando recursos para invertir en necesidades sociales más relevantes.

Sin embargo, también existen riesgos al combinar diversos tipos de concesiones. Primero, la competitividad de la licitación disminuye porque a mayor complejidad d los proyectos, menos empresas a nivel mundial tienen capacidades financieras y técnicas para desarrollar, evaluar y competir por iniciativas que tienen dos aspectos técnicamente distintos (vial y ferroviario). Es importante considerar este riesgo, evaluando cuántas compañías están dispuestas a competir en un proyecto de estas características. Si la licitación no es competitiva, se pierden todos los beneficios que tiene una concesión.

El segundo riesgo es que la forma de adjudicar estas obras es compleja y podría no resultar eficiente. Si se trata solo una carretera con un macro-diseño establecido, el ganador de la licitación será quien oferte un precio más barato, en tiempo de concesión u en otra medida “fácil” de evaluar. Pero si se incluyen varios tipos de infraestructura, entonces la evaluación se puede tornar más subjetiva y no adjudicar al oferente que entrega mayor valor al Estado. Es difícil decidir lo relevante de cada criterio de evaluación, especialmente, si se contempla como variable a ponderar la “calidad del diseño” para solo una parte de la iniciativa.

Resulta necesario mitigar los riesgos que se presentan en este tipo de proyectos. La idea es que los ciudadanos podamos disfrutar de los servicios que se puedan desarrollar utilizando el modelo de concesiones.

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