Opinión

Pequeños grandes cambios

Por: Equipo Digital 17 de Mayo 2023
Fotografía: Cedida

XIMENA BUSTOS PALACIOS

Centro de Investigación de Polímeros Avanzados (Cipa)

 

Cuidar y valorar la naturaleza es algo que la mayoría de las personas ha aprendido en algún momento de sus vidas.

Hacer buen uso del agua, reutilizar materiales, compostar y separar residuos son, por ejemplo, algunos de los aprendizajes instalados que apuntan a preservar y respetar nuestro entorno. En esa línea, también existen conmemoraciones internacionales y nacionales, como por ejemplo el Día Internacional del Reciclaje, que busca sensibilizar sobre la importancia de tratar los desechos de manera adecuada para proteger el medio ambiente y combatir el cambio climático.

Es indudable que la educación desempeña un papel crucial en generar una conciencia ambiental y los niños son agentes clave para fomentar prácticas sostenibles desde temprana edad. Sin embargo, esto no es una tarea fácil debido a la aún escasa conciencia ambiental que existe en la sociedad y, por otra parte, a la generación de grandes cantidades de residuos contaminantes que provocan la destrucción de los recursos naturales.

¿Cómo revertimos esto? Es esencial que las pequeñas acciones generen cambios significativos. Se requieren nuevas soluciones: transversales, pertinentes y escalables. De esta manera, debemos integrar aspectos sociales, ambientales y éticos en nuestras decisiones, para así minimizar nuestra huella ecológica y tener un impacto positivo en la sociedad.

Uno de los procesos que resulta muy provechoso es el desarrollo de alianzas entre distintos actores, que complementen fuerzas y conocimientos con un propósito común. Por ejemplo, los residuos sólidos domiciliarios representan un gran problema, donde el colapso y cierre de los rellenos sanitarios muestran la falta de gestión adecuada. En esta materia en el Centro de Investigación de Polímeros Avanzados (CIPA) hemos decidido dar un paso al frente junto al Gobierno Regional del Biobío, a través de nuestro Proyecto Basura Cero.

Se trata de un plan para las comunas de Arauco y Curanilahue que busca implementar un nuevo modelo de gestión de residuos, enfocado en la educación de niños y vecinos, la separación en origen, el tratamiento de material orgánico y no orgánico, entre otros aspectos. Esta iniciativa, además, crea vínculos y confianza, lo cual resulta fundamental a la hora de enfrentar dificultades y buscar soluciones de manera conjunta. Basura Cero es un ejemplo de que sí se pueden impulsar iniciativas de manera coordinada entre distintas dimensiones y actores.

Ello es especialmente relevante cuando hoy nuestras ciudades no tienen capacidad para manejar los residuos tratándolos como basura, lo que lleva a la clausura de rellenos sanitarios y a la necesidad de llevar los desechos cada vez más lejos.

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