Daniela Dresdner Vicencio
Delegada Presidencial de Biobío
Pensar en el día de la visibilidad trans es una invitación a continuar trabajando para terminar con las desigualdades, injusticias y odio que viven día a día, porque sabemos aún transitan con miedo por las calles. Hoy es posible hablar de visibilidad, pero, finalmente, aún existe odio y ataque.
Vivimos en un mundo que debe dejar lo binario y heteronormativo, en que se sigue considerando como verdad sólo el estereotipo predeterminado de lo que implica ser hombre y mujer, un mundo cisgénero. Reconocerse trans es romper con una herencia cultural sobre lo que se considera correcto, lo aceptable. Por eso, el autoreconocimiento es difícil, muy difícil, tanto para la persona como para su familia.
El llamado del presidente Gabriel Boric es que nuestro gobierno debe trabajar junto con las organizaciones que han sido las que viven estas realidades, las que han levantado estas demandas y las que están luchando para que se respete su libertad a decidir, a ser.
En la región del Biobío contamos con una Mesa de Participación Ciudadana de la diversidad, integrada por organizaciones sociales de la comunidad LGBTIQA+, para recoger sus necesidades y expectativas sobre el sistema público de salud y trabajar en conjunto las brechas que tienen.
Otro avance en esta materia es la confección del “Protocolo de Atención y Trato a Personas Trans” que se atienden en la Red Asistencial del Servicio de Salud de Concepción.
Estamos convencidos que la salud pública debe responder a los lineamientos y tareas derivadas del Programa de Acompañamiento a la Identidad de Género, que tiene por finalidad disponer de apoyo en la red de salud a personas entre 3 a 17 años de edad, cuya identidad no coincide con el género asignado al nacer.
El compromiso de nuestro gobierno es seguir desarrollando políticas públicas que permitan entregar dignidad y reparación para la comunidad trans, donde les acojan en las escuelas, en los sistemas de salud, en el ámbito laboral.
Tenemos el desafío para continuar avanzando en la construcción de ciudades seguras para todas las personas, en que el miedo de paso a la certeza que no seremos atacadas, ni por ser mujeres ni por ser trans.
Queremos construir una sociedad en que no necesitemos hablar de la visibilidad trans, un día en el que los derechos fundamentales inherentes a toda persona como el derecho a salud, trabajo, educación o a uso de espacio público, no sean cuestionados, en que celebremos la diversidad, la inclusión, el compañerismo, la confianza. Para eso trabajamos a diario, todos, todas y todes.