CATERINE GALAZ
Directora de Estudios de Prodemu
En las áreas productivas, se verifican las culturas en las que habitamos y si aún pesa el sexismo en las labores económicas.
En Chile la pesca ha sido una actividad mayormente masculina, sobre todo la de embarcaciones en aguas profundas. Las embarcaciones más pequeñas y las tareas realizadas en tierra, tales como manufactura, procesamiento y comercialización de las capturas, la recolección de orilla y las conexas a la pesca, como la gastronomía y administración, son hechas por mujeres. Aunque son el 25% de la fuerza, especialmente en pre y postproducción, los aportes de ellas han sido ignorados y no reconocidos.
Un avance reciente es la Ley 21.370, que hizo cambios a la Ley 18.892 General de Pesca y Acuicultura, estableciendo la igualdad de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres, eliminando toda forma de discriminación basada en el género y constituyendo el derecho a la plena participación en ámbitos culturales, políticos, económicos y sociales
Las actividades económicas poseen imbricadas relaciones sociales entre géneros, así como los nexos de la sociedad con la naturaleza, por lo tanto las acciones desde las organizaciones y el Estado, tienen que asegurar la subsistencia de la pesca artesanal, comprendiéndola como un sistema sociocultural, biodiverso y fundamental para la seguridad alimentaria.
Parte de la apuesta de Prodemu ha sido visibilizar la participación de las mujeres de la pesca, en caletas de Chile, especialmente en aquellas alejadas de los centros urbanos. Destacan los programas Conectadas, Caleta Digital y Mujeres Rurales. Se han entregado 405 kits digitales y capacitado a 3.300 mujeres, en 9 regiones del país, para contribuir a su empoderamiento y desarrollo personal mediante la enseñanza de herramientas digitales básicas e intermedias para utilizarlas con fines económicos, sociales, y culturales. Mientras que, el Programa Mujeres Rurales, alianza Prodemu – Indap, ha capacitado a nivel productivo y asesorado para el asociacionismo y nuevos liderazgos.
En las áreas productivas, se verifican las culturas en las que habitamos y si aún pesa el sexismo en las labores económicas, hay que visibilizar el rol importante de las mujeres en las actividades pesqueras, además de ampliar su participación efectiva en la toma de decisiones y en actividades diversas que rompan los estereotipos de género tradicionales.