Juana Silva Chávez
Presidenta Fesip

Superar barreras y desbloquear oportunidades para la Justicia Social. Este es el lema para celebrar hoy, 20 de febrero, el Día de la Justicia Social. Fue en 2007 que la ONU proclamó esta fecha para concientizar sobre la necesidad de erradicar la pobreza, promover un empleo digno, trabajo decente y mayor acceso al bienestar social.

Hoy, nuestro país, está viviendo tiempos difíciles. En los incendios de Tomé, algunos compañeros y compañeras de las plantas que procesan alimentos del mar perdieron sus hogares. Y esto lo vemos con preocupación porque proyectamos el impacto para esos miles de chilenos que han perdido todo.

Como dirigente sindical de una de las principales federaciones de la industria de alimentos del mar del Biobío, la capital pesquera del país, y en nombre de más de 2.000 trabajadores y trabajadores, hemos planteado a las autoridades locales, regionales y del Congreso, la incertidumbre que abre una nueva discusión a la Ley de Pesca.

Entendemos el interés de modificar un marco legal que tuvo vicios, pero nosotros -como trabajadoras y trabajadores- no tenemos por qué asumir el costo de esos actos y abrirnos a la incertidumbre de modificar las bases de una Ley que nos ha dado estabilidad laboral; convenios colectivos; acceso a beneficios sociales; tranquilidad para el futuro de la pesca hasta el 2032 y garantías de una mejor calidad de vida.
Hay casos emblemáticos de cómo hemos perdido en estas discusiones legales. Basta recordar las 2.000 personas que quedaron en la calle con la ley de la Jibia.

Por eso, nuestro llamado hoy, en el Día de la Justicia Social, es a los Parlamentarios.

Tenemos que superar barreras y desbloquear oportunidades para fortalecer lo que hemos ganado con la Ley de Pesca actual. Ustedes y los gobiernos locales de las distintas comunas del borde costero del Biobío están llamados a proteger los derechos de los trabajadores y las trabajadoras.
Sé que hay muchas posibilidades de construir un futuro mejor para las más de 6.500 personas de las plantas que producen alimentos y proteínas del mar. Y esas posibilidades hay que conocerlas en terreno.

En este triste panorama que hoy vive la zona sur del país, todos estamos llamados a proteger el Derecho a Trabajar y evitar que nuevas leyes destruyan lo que tanto nos ha costado levantar.