SERGIO SEPÚLVEDA SEPÚLVEDA
Centro de Estudios Europeos
Febrero es un mes muy importante porque se disfruta de un reparador descanso en casa o fuera de ella, en fin, disfrutar del tiempo libre. Para que el disfrutar de las vacaciones no sea una tortura al retorno a la normalidad por los gastos excesivos, o que se hayan salido del presupuesto y enfrentar marzo tranquilamente, es necesario que el consumo sea responsable y se debe internalizar la educación financiera, que como sabemos, en nuestro país es un tema incipiente.
Uno de los problemas culturales de nuestro país es el bajo conocimiento y poca prolijidad con que utilizamos nuestras finanzas y es por ello que el endeudamiento es alto y también los resultados de las pruebas PISA están a un nivel inferior de nuestros socios europeos.
Es por ello que desde el año 2017 se establece la Estrategia Nacional de Educación Financiera, que tiene como objetivo la promoción de los conceptos económicos y el desarrollo de habilidades que posibiliten el bienestar como también difundir los derechos en materia financiera, y las diversas modificaciones al currículo escolar que incorporan elementos de educación financiera.
Si bien lo dicho anteriormente busca que los frutos se vean en los próximos años, debemos tener en cuenta los ejemplos exitosos como por ejemplo en Flandes, Bélgica, hay una relación positiva entre la educación financiera impartidas en el sistema escolar y las habilidades financieras adquiridas; en Letonia, la educación financiera es parte de matemáticas. Entonces hay países que lo enfocan en la etapa escolar, pero hay otros como Finlandia y Países Bajos, en que la formación tiene alcance poblacional, en que se busca enseñar a las personas a administrar sus finanzas personales. A nivel comunitario, el estudio titulado “Educación financiera para todos” resume las prácticas realizadas dentro de la Unión Europea destacando la iniciativa privada en cooperar en la difusión de la formación e inclusión financiera, los que han dado buenos resultados.
En Chile vemos esfuerzos de Universidades, la Asociación de Bancos y otros actores en acercar la formación financiera a la comunidad, sin embargo, para que ello tenga éxito en el corto plazo junto con esperar una mejora de resultados la prueba PISA, la sociedad debe hacer un esfuerzo en informarse para finalmente tomar la mejor decisión referente en que invertir o gastar sin que ello ponga en riesgo nuestras finanzas, sobre todo en estos tiempos de turbulencias.