PAULINA ASTROZA SUAREZ
Directora Programa de Estudios Europeos UdeC
La invasión militar de Rusia contra Ucrania no se detiene. Pese a los avances de las tropas ucranianas y la resistencia de su gente, los enfrentamientos persisten y no hay tregua ni de Navidad ni de Año Nuevo. El objetivo de una guerra rápida y rendición inmediata de ucranianos no ocurrió. Hoy las fuerzas occidentales han decidido pasar a una nueva etapa de entrega de material bélico al gobierno de Volodomyr Zelensky. Por otra parte, también en Europa, tensiones en la frontera serbio-kosovar ha preocupado en especial a la Unión Europea y la OTAN. Desde el 2001, las fuerzas de la OTAN (KFOR) han mantenido la débil y frágil estabilidad. La paz en la zona no está garantizada y la tensión – detonada por un tema de patentes de autos serbio-kosovares- encendió las alarmas. Acusaciones de Prístina sobre intromisión rusa para generar inestabilidad en la zona (Serbia es tradicional aliado de Rusia), han encendido peligrosamente los ánimos. Sólo la presión de la UE, a la que es candidata a la adhesión Serbia, y de la OTAN, lograron detener lo que se veía camino a un enfrentamiento.
Por otra parte, las presiones migratorias, la inestabilidad política en África y América Latina -con intento de golpe de Estado por bolsonaristas en Brasil y violentos enfrentamientos entre las fuerzas del orden del nuevo gobierno de Dilma Boluarte con simpatizantes del depuesto presidente Pedro Castillo, complican el panorama latinoamericano. Los problemas de recesión, inflación, aumento de populismos tanto de derecha como de izquierda que ponen en riesgo el Estado de Derecho, la democracia y la paz social en muchas partes del mundo. El cambio climático sigue siendo una emergencia a la que los Estados se ven enfrentados. Terminada la COP 27 de Egipto, se abre la puerta a la siguiente COP con sede en Emiratos Árabes Unidos. ¿Un nuevo Qatar pero esta vez ambiental?
El 2023 será un año complejo. La pandemia no solo no ha terminado sino que la política adoptada por China de Covid 0 y las nuevas variantes del Sars-CoV-2 mantiene la incertidumbre de lo que pasará con los efectos de la pandemia. Algunos países europeos ya han comenzado a adoptar medidas restrictivas a viajeros del país asiático. Las dudas sobre las cifras de personas contagiadas y muertas y el impacto en el gigante asiático hacen temer al mundo.
El contexto internacional es importante tenerlo en cuenta cuando se toman decisiones de política doméstica. Tenemos problemas internos en Chile pero también presiones originadas más allá de nuestras fronteras y a las que no podemos escapar ni cerrando fronteras ni poniendo zanjas ni negándolas ni menos aislándonos no firmando o ratificando tratados internacionales de libre comercio o asociación. Abrocharse los cinturones porque vendrán turbulencias.