Desde la institucionalidad se debe trabajar en el diseño de las ciudades , en la contratación de más mujeres.
Javiera Vargas Muñoz
Consejera regional del Biobío
La búsqueda de la equidad de género, se ha centrado en discutir los derechos fundamentales como labores, sociales y culturales, sin embargo no se ha revelado aun la dimensión territorial del conflicto, la cual resulta imprescindible para alcanzar los ideales propuestos para relevar la realidad espacial, por la lucha si bien es global, hay demandas particulares en cada territorio.
Con la obra “Vida y muerte de las grandes ciudades” de Jane Jacobs, se ha visibilizado a la ciudad como una construcción material y social con un claro sentido político desde el punto de vista del género, donde se excluyen a las mujeres de diferentes maneras en la realidad urbana. A pesar de que son mujeres las que más utilizan la ciudad, el espacio público, las calles, los parques, el transporte y también los equipamientos de salud, educativos, deportivos y comerciales, estos no han sido diseñados para impulsar el uso igualitario y por ende seguridad de las mujeres aumentando la posibilidad de ocurrencias de hechos violentos contra mujeres, por tanto se vuelve urgente una planificación urbana con perspectiva de género.
Co-construir ciudades con enfoque de género necesita un proceso de reflexión ampliado en donde prime el carácter colectivo y lo transformador que ponga en énfasis a la vida de las personas y la naturaleza en el centro. Medidas que pueden ser levantadas y considerados en nuestros planes de ordenamiento territorial, desde los colectivos feministas, redes de cuidados de personas mayores, de infancia, adolescencia y diversidades, que busquen revalorizar la ecodependencia, la interdependencia, la vida y la corresponsabilidad como elementos centrales en el derecho a la ciudad.
Necesitamos comenzar este proceso a través de diálogos barriales en donde se reconozca la demanda ciudadana para asumir compromiso, a desarrollando planes de cuidados integrales, diagnosticando y enlistando acciones que se realicen en nuestros territorios que apelen a la organización, la autodeterminación y a la gestión de redes de colaboración. Dentro de las acciones que debemos impulsar para co-construir ciudades democráticas y con enfoque de género en donde la transversalización del enfoque de género sea nuestro norte.
Desde la institucionalidad se debe trabajar en el diseño de las ciudades , en la contratación de más mujeres , en incorporar normativas referentes a la economía de cuidado, es decir al trabajo no remunerado que se realiza en el hogar que se relaciona con mantenimiento de la vivienda y en generar un diseño urbano con perspectiva de género.