Opinión

Gestión de residuos domiciliarios: el rol de recicladores de base y ciudadanos

Hay un sinnúmero de oportunidades en los recursos que eliminamos hoy en día producto de nuestra forma de vida y consumo, que son valiosos para reducir la extracción de nuevos materiales desde el medio ambiente.

Por: Diario Concepción 02 de Noviembre 2021
Fotografía: Cedida.

Dr. Ricardo Barra R.
Director Centro Eula
Académico Fac. de Cs. Ambientales
Universidad de Concepción

La nueva Ley 20.920, que establece el marco para la gestión de residuos, la responsabilidad extendida del productor y fomento al reciclaje, también determina un papel muy importante para los recicladores de base.

Se trata del inicio de una cadena virtuosa de eventos, que llevan finalmente a promover el reciclaje y la reducción de los recursos (sí, porque son recursos, no basura) que botamos cotidianamente, y que hoy tienen colapsados a los vertederos.
Sin duda se trata de un avance significativo, pero que tenemos que aprovechar de la mejor forma posible, dotando a los recicladores de espacios adecuados para ejercer su labor. En paralelo, está nuestro rol como ciudadanos que deben facilitar dicho trabajo, promoviendo -por ejemplo- la segmentación de los residuos domiciliarios, para facilitar el proceso de recolección, segregación y transporte, que hacen los recicladores de base.

Tuve la ocasión de conocer el nuevo centro de acopio de la comuna de Concepción (ubicada al inicio de la Calle Manuel Rodríguez y Arturo Prat en Concepción), y constaté los avances en infraestructura y tecnología que el Ministerio del Medio Ambiente -junto a otras organizaciones- han generado ahí. Una iniciativa que, por cierto, se debiera extender a lo largo de todo nuestro país.

Una de las principales dificultades para que este tipo de iniciativas prospere, es que hasta ahora solo pueden recibir materiales relativamente simples, como papel, latas de aluminio, y algunos tipos de plásticos. Esto, debido a que la complejidad de los materiales y su reciclaje, es un problema para el cual aún no tenemos soluciones efectivas. El vidrio, latas, aluminio y papel son, materiales que son fácilmente reciclables debido a su composición simple, cosa que no ocurre con materiales más complejos como los residuos de carácter electrónico, textiles y otros generados a nivel doméstico.

Tenemos entonces una gran tarea para la ciencia y el diseño de los materiales del futuro, que por ejemplo ven como actualmente en Chile es inviable retirar materiales valiosos de artículos plásticos y electrónicos. Todo ello, debido a que el costo y la inversión energética que hay que hacer para separarlos es todavía muy costosa, y por lo tanto tampoco hay incentivos económicos para su reciclaje.

Aquí comienza a cobrar fuerza el diseño de materiales benignos desde el comienzo, de manera de diseñar los artículos y productos desde un inicio, pensando en el reciclaje de sus componentes al final de su vida útil.

Una prioridad para esta tarea debieran ser los envases y embalajes, pues a pesar de que la ley prohibe las bolsas plásticas de un solo uso, muchos de los envases y embalajes de plástico (que precisamente son de un solo uso) se eliminan cotidianamente en los artículos que consumimos.

Hay un sinnúmero de oportunidades en los recursos que eliminamos hoy en día producto de nuestra forma de vida y consumo, que son valiosos para reducir la extracción de nuevos materiales desde el medio ambiente.
Un contexto en donde, a medida que este círculo virtuoso que inician los recicladores de base se pueda extender y además se sume nuestro aporte, estaremos avanzando hacia un mejor planeta para las futuras generaciones, ya que de eso precisamente se trata la sostenibilidad.

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