Opinión

Alma, folclor y cueca: la identidad de Chile

La falta de documentación hace difícil afirmar que el origen de la cueca esté en África, sin embargo, la migración esclava en América fue notoria, siendo Quillota uno de los principales puntos de llegada del tráfico de esclavos.

Por: Diario Concepción 20 de Agosto 2020
Fotografía: Duoc UC

Gabriela Muñoz M.
Docente Escuela de Turismo, Duoc UC

El folclor es el alma del pueblo, de sus representaciones e identificaciones. Chile es un robusto entramado folclórico, con raíces indígenas, hispanas y una mixtura de culturas acogidas. Es por esa mezcla que constantemente aparece la inquietud de encontrar el origen del folclor, con rasgos medianamente fijos vinculados al territorio o a la sangre, es una esencia inmutable de un pasado aún operante.

En estos orígenes intrincados, el folclor musical en su manifestación de danzas populares nos entrega un conocido ejemplo: la cueca, que desde 1979 es el baile nacional, considerándose una expresión genuina del alma nacional. Una coreografía que representa la personalidad chilena, donde el ritmo folclórico es marcado por incesantes cortejos y una dinámica coquetería típica del hombre y mujer de campo. De hecho, la cultura popular postula que este baile asemeja al agasajo del gallo a la gallina, el que finalmente termina cuando la gallina emite su canto después de poner un huevo, acción que se denomina como clueca.

Zapiola, renombrado músico chileno, registró en 1824 que la Zamacueca era un baile popular en los salones peruanos. Ya en 1825 se bailaba en los salones aristocráticos -y los no tanto- de Chile. En esta línea, que ubica el origen en Perú, y agregando más, Benjamín Vicuña Mackenna dividió la Zamacueca en Zamba-Clueca, zamba haría referencia a las manifestaciones de los zambos y al origen Buntú (vocablo africano) de la palabra que significa baile.

La falta de documentación hace difícil afirmar que el origen de la cueca esté en África, sin embargo, la migración esclava en América fue notoria, siendo Quillota uno de los principales puntos de llegada del tráfico de esclavos.

Podemos estar a favor o en contra de las ideas indicadas, pero una voz autorizada para referirse sobre este tema es Margot Loyola, quien afirma que no se trata del origen africano sino de la incorporación del cajón, instrumento tan común en Perú. Esto abre la puerta a dejar de buscar el origen y enfocarse en las adaptaciones de este baile y música.
Es indudable que recibimos la zamacueca, que con cambios y nuevas melodías fue transformada en cueca. No obstante, ésta, recibió también percusiones africanas, tonos hispanos y paseó por Sudamérica buscando sus propios colores y representaciones. Entonces, para entender de qué está hecha el alma de Chile, la esencia del pueblo y nuestro folclor se debe saber que la procedencia de la cueca es un crisol de culturas que nos da una riqueza heredada, por lo tanto, comprenderlo es aceptar su diversidad y confirmar aún más nuestra identidad andina.

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