Opinión

Brindando por un 2020 donde todo sea mejor

Pasó un año que sacó a la luz varias deudas que llevan años pendientes, más allá de una serie de logros individuales. Estos 365 días que vienen, asoman como un gran momento para ordenar las cosas, para celebrar triunfos más grandes.

Por: Paulo Inostroza 06 de Enero 2020
Fotografía: Marcos Maldonado | Agencia UNO

Que sea próspero, mejor que al año anterior. Deseos personales, para el país y también para el deporte. En ese pequeño apartado, dentro de un Chile que explotó de tanto problema, también hay momento para un brindis, alzar la copa y pedir, a manos llenas.

Pedir que haya Ley Guga, para seguridad del deportista que nos representa en el exterior. Que tan buena idea no se duerma en tanta mesa de diálogo. Que el fútbol femenino sea algo más que la “Roja” y Endler destacando, sin que sus logros sean aprovechados para ordenar la casa. Que el torneo local se vaya profesionalizando, con pasos concretos. Que se cumpla el petitorio de requerimientos básicos, que las chicas no tengan que comprar sus buzos ni pagar para entrar a la cancha.

Pedir que Orrego, Wollermann y Macarena Quero sigan brillando para mostrarle a todos el valor del deporte para crecer como personas. Que estén en Tokio y que ahí también destaque María José Maillard, que las Abraham saquen boletos en Lucerna. Pero que sus logros no nos cieguen. Que sirvan para potenciar las bases, que se trabaje con los niños y no solo se entregue apoyo a los deportistas cuando ya son consagrados. Porque de eso se trata hoy, de ir al fondo y no marearse con las luces del corto plazo.

Pido que “Nico” Carvacho vaya al draft y sea el primer chileno en la NBA. Que el clásico entre el Vial y el “Conce” rompa todos los récords de asistencia, pero sobre todo que la gente se porte bien. Que los hinchas sigan su lucha contra las mafias. Que a Rueda le vaya bien. pero que paralelamente se trabaje de una vez por todas y se invierta en Fútbol Joven. Que algún día saquemos un buen “9” formado desde abajo.

Que se valoren las clases de Educación Física, que los niños dejen su celular en la mesa porque quieren tomar una raqueta y ser como Garín. Que ganen los mejores, sin trampa, y que el deportista no tenga miedo a hablar, que su vitrina sirva para entregar un mensaje.

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