Opinión

Saber que siempre existen los demás

Por: En el Tintero 23 de Noviembre 2019

Algunos vocablos desaparecen con el tiempo, ya que se referían a cosas que había entonces y que ahora no están. Se hablaba, por ejemplo, de buenas maneras, es decir, portarse como la gente, de acuerdo con algunas normas propias de la buena educación, en la actualidad todo aquello, como exclamaría Condorito, exige una explicación.

Es más fácil de explicar cuando lo anterior está ausente; en un mall de la ciudad, hora peak, estacionamientos cercanos a la entrada ocupados, habría que estacionar en algún punto lejano. Es un día de sol y, sin embargo, una gran camioneta flamante, de color negro, con vidrios polarizados, está estacionada en un bandejón central, sobre el césped, profundos surcos, con el pasto aplastado, señalan su punto de ingreso. Quien hizo esto demuestra un desprecio olímpico por los demás. Una zona de vacío en donde debiera estar el modo de vivir civilizado, es decir de vivir la ciudad como corresponde, la casi completa ausencia de empatía ciudadana.

En el terreno de las definiciones, este último término, empatía, consiste en la identificación mental y afectiva de un sujeto con el estado de ánimo de otro. Es la capacidad de respetar y hacerse partícipe de los sentimientos de los demás, si eso es así, las relaciones de las personas se hacen mutuamente benéficas, de mutua ayuda, de mutuo respeto.

Es evidente que una sociedad cuyas actitudes colectivas predominantes tengan estas características ha de ser una mejor sociedad, infinitamente superior a aquella que no las posee, carente de empatía, ciega y sorda al altruismo, con cada uno de sus integrantes atentos solo a sus particulares deseos y necesidades, como cuando no había sociedad, en estado bruto.

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