Opinión

El derecho humano al agua

Por: Diario Concepción 23 de Marzo 2019
Fotografía: Cedida

Los derechos humanos son derechos inherentes al ser humano, no distinguen religión, sexo, raza ni idioma, son los derechos que tenemos las personas por el mero hecho de existir. Es en este sentido en que la definición realizada por las Naciones Unidas en el año 2010, respecto del agua como derecho humano, busca que toda persona, sin discriminación alguna, disponga de agua suficiente, segura, aceptable, accesible y asequible para uso personal y doméstico, y comprende el agua para el consumo, el saneamiento, la preparación de alimentos y la higiene personal y doméstica.

Pues bien, en Chile, la realidad lamentablemente es otra, la discriminación está presente en cada lugar y da cuenta de los que menos tienen y de los pueblos originarios que son los que sufren los embates de la carencia de este vital elemento.

Considerando esta vulneración a este derecho fundamental, es que las Naciones Unidas ha definido como tema central para la celebración del próximo 22 de marzo el “No dejar a nadie atrás”, que busca el generar conciencia respecto de los beneficios del desarrollo sustentable y que este debe favorecer a todos, pero también para tener conciencia en relación a los 1.800 millones de personas que se abastecen de fuentes de agua contaminada, a las 2.100 millones de personas que no tienen acceso al agua o a las 840.000 personas que mueren al año por falta de agua.

Admitir que tenemos algo que ver con nuestras perdidas es el primer paso para la recuperación, esta reflexión del geofísico Allan Cox, nos orienta en el análisis que debiésemos tener respecto de nuestro accionar como individuos y como sociedad, el tener conciencia del problema que representa la carencia de tan vital recurso como es el agua y dimensionar los efectos que esto puede traer sobre el entorno natural y por cierto sobre nosotros mismos. Este camino de la comprensión no siempre es llano, requiere de voluntades y, sin duda, de verdaderos liderazgos que busquen el beneficio de los que siguen y no el propio.

 

Álvaro Boehmwald
Académico Facultad de Ingeniería y Tecnología
Universidad San Sebastián

Etiquetas