Opinión

Una golondrina no hace el verano

Por: Diario Concepción 12 de Octubre 2017
Fotografía: Diario Concepción

Renato Segura
Director de ProChile Bío Bío

El popular refrán advierte que, los resultados obtenidos por un esfuerzo supremo, no se puede extrapolar como una norma o regla. En el caso de Chile, por lo demás, es un aforismo que está presente en el ADN del devenir social y económico de nuestra sociedad. El histórico logro del grupo de jugadores de la selección chilena, que le permitió al país ser bicampeón de América y alcanzar el vicecampeonato en la Copa Confederaciones, no fueron argumento suficiente para que se lograra la clasificación al Mundial de Rusia 2018.

En el ámbito de la internacionalización del sistema productivo chileno, el refrán aplica plenamente. El país mantiene vigente 26 Acuerdos Comerciales que involucran a 64 mercados en el mundo. En este esfuerzo por internacionalizar la actividad económica del país, se han sumado activamente numerosas empresas de distintos tamaños y sectores productivos.

Sin embargo, a pesar de los logros alcanzados en materia exportadora, el país sigue sin poder alcanzar la internacionalización de la actividad productiva. En este sentido, los resultados entregados por estudios realizados por el Ministerio de Economía, Fomento y Turismo, muestran esta cruda realidad.

En efecto, la síntesis de los resultados arrojados por un estudio que explora el perfil de la trayectoria exportadora de micro, pequeña, mediana en relación a lo que le ha ocurrido al resto de las empresas del país en el período 2002-2014, es la siguiente:

24 mil empresas han exportado entre 2002 y 2014. Esto es 0,7% de las empresas del país. Por estrato de tamaño, las cifras son 0,1% (micro); 2,0% (pymes) y 22,9% (grandes)”.

El 5,1% de las empresas que han exportado, lo hicieron durante todos los años del periodo de estudio. Es decir, el 0,04% de las empresas constituyen el núcleo exportador chileno histórico.

Alrededor de 3 mil empresas que han exportado, lo han hecho continuamente por cinco o más años seguidos.

El 41,1% de las empresas que exportan, lo hicieron sólo un año durante el período de estudio.

El 21,8% de las empresas exportadoras, lo hicieron de forma intermitente, siendo la intermitencia más común en períodos de uno a dos años.

En base a la experiencia de ProChile, dos años es el tiempo que demora el proceso de internacionalización de una empresa con potencial exportador. Dicho esfuerzo se diluye en 1 de cada 3 empresas que dejan de exportar en su primer año de vida exportadora.

Lograr posicionar un producto en el mercado no es tarea fácil. Perder el posicionamiento, en muchos casos, es extremadamente fácil y con efectos duraderos. Por ello, para quienes están en proceso de buscar la internacionalización, el primer embarque no debe ser considerado como un fin en sí mismo, sino que como un proceso que requiere un esfuerzo continuo para lograr mantenerse y crecer en su relación comercial con el mundo.

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