La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, aseguró estar “profundamente preocupada” por la muerte del capitán de marina retirado, Rafael Avosta Arévalo, bajo custodia en Venezuela.
La exmandataria indicó que es imperativo que las autoridades venezolanas lleven a cabo una investigación rápida, eficaz, exhaustiva, imparcial, independiente y transparente, considerando la posibilidad de una tortura durante su aprehensión, consignó CNN Chile.
“Estoy conmocionada por la presunta tortura del capitán Acosta Arévalo y porque el trato al que fue sometido mientras estaba en custodia puede haber sido la causa de su muerte. Recuerdo a las autoridades venezolanas que son responsables de la vida, y de la integridad física y psicológica de todas las personas privadas de libertad”, expresó Bachelet a través de un comunicado.
“Urjo a las autoridades a llevar a cabo una profunda investigación -que incluya una autopsia que siga los estándares internacionales- que sea independiente y transparente. Esto es esencial para arrojar luz no solo sobre lo que ocurrió con él, sino también para facilitar que se lleve ante a la justicia a los responsables de su muerte”, añadió la representante de la ONU.
Cabe recordar que el capitán Rafael Acosta Arévalo fue detenido el 21 de junio, sin paradero conocido durante siete días. Recién el 28 de junio fue llevado ante un tribunal militar por miembros de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) – junto con cuatro militares y dos ex funcionarios de seguridad – acusado de confabularse para matar al presidente Nicolás Maduro.
De acuerdo al abogado de Arévalo, su defendido se presentó ante el juez en silla de ruedas, en un estado que no le permitía hablar y mostraba claros signos de haber sido torturado. Debido a su condición, el magistrado lo derivó a un hospital militar donde falleció el 29 de junio. Ni familiares ni su abogado han tenido acceso al cuerpo.