Tribunal Supremo consideró que la agresión concretada en los sanfermines de 2016 no fue un abuso sexual sino una violación grupal.
Los cinco miembros del grupo denominado La Manada fueron detenidos a petición de la Audiencia de Navarra, organismo que emitió una orden de busca y captura inmediata ante el posible riesgo de fuga.
La medida se dictó durante la misma jornada en la que el Tribunal Supremo elevó de nueve a 15 años la condena de José Angel Prenda, Alfonso Jesús, Cabezuelo, Ángel Boza, Antonio Manuel Guerrero y Jesús Escudero, al considerarse que la agresión concretada en los sanfermines de 2016 no fue un abuso sexual sino una violación grupal, consignó El País.
Entre las conclusiones que los magistrados compartieron a través de un comunicado, destaca que “el relato fáctico describe un auténtico escenario intimidatorio, en el que la víctima en ningún momento consiente a los actos sexuales llevados a cabo por los acusados”.
De acuerdo al Supremo, la víctima sufrió una “situación intimidante” que hizo que ella “adoptara una actitud de sometimiento, haciendo lo que los autores le decían que hiciera ante la angustia e intenso agobio que la situación le produjo por el lugar recóndido, angosto y sin salida en el que fue introducida a la fuerza”.
A su vez, los magistrados indicaron que los acusados se “aprovecharon” de las condiciones para atacar a la joven, que sufrió al menos “diez agresiones sexuales con penetraciones bucales, vaginales y anales”, caso al cual se aplicaron dos agravantes. La primera es el trato vejatorio sufrido por la joven, tanto por las penetraciones simultáneas que sufrió como por “el alarde” de los agresores registrado en los videos grabados. La segunda, en tanto, corresponde a la actuación conjunta de dos o más personas, “sin que ello implique valorar dos veces una misma situación”, afirmó el tribunal.
El fallo fue dictado el mismo día en el que se celebró la vista pública de exposición de los recursos. “En la agresión, la voluntad del autor se impone por la fuerza, ya sea con violencia o intimidatoria”, explicó la fiscal Isabel Rodríguez, quien advirtió que “no se puede pedir a la víctima una actitud peligrosamente heroica”.