Tras aceptar una nueva oferta de la fiscalía para recalificar el delito por la muerte de Yusaini Bin Ishak en Kuala Lumpur, los chilenos detenidos en Malasia fueron sentenciados a dos años de presidio.
De esa forma, el delito pasó de homicidio a homicidio culposo, la que será reducida en relación al tiempo que llevan recluidos, por lo que la sentencia efectiva será como máxima de nueve meses. A ello se suma, la eventual posibilidad de rebajar a un tercio la condena por el beneficio de buena conducta. En ese caso, los chilenos Felipe Osiadacz y Fernando Candia podrían quedar en libertad en un mes.
En el juicio, la fiscal advirtió a los jóvenes que tras firmar el acuerdo no pueden recurrir a una apelación. En tanto, la abogada de los chilenos, Venkateswari Alagendra, recalcó que la muerte de la víctima se dio en un escenario en que ella atacó a los jóvenes y que solamente se defendieron.
Tanto Osiadacz como Candia pidieron perdón a la familia de la víctima y recalcaron su inocencia. “No somos criminales, somos buenas personas, nunca hemos atacado a nadie, fue un accidente”, afirmaron al subir por primera vez al estrado.