Discordia generó la intención de Mark Zuckerberg de testificar ante el Congreso de Estados Unidos por la filtración de datos a la consultora política, Cambridge Analytica. Esto dado que el fundador de Facebook decidió no presentarse frente al Parlamento británico.
Zuckerberg fue invitado por tres comités senatoriales distintos para una audiencia el 10 de abril, información que fue confirmada por parte de la empresa, desde donde precisaron que están “en conversaciones con legisladores”.
Es más, en su primera entrevista tras el escándalo, el fundador de la red social azul aseguró estar “disponible para ofrecer mi testimonio ante el Congreso”.
En paralelo, la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos decidió abrir una investigación sobre la compañía.
El titular del comité británico, Damian Collins, se mostró asombrado de que el presidente de Facebook declinara por tercera ocasión la invitación a comparecer ante diputados británicos.
“Facebook reconoce completamente el nivel de interés público y parlamentario en estos temas y comparte su consideración de que estos asuntos deben ser tratados en los niveles más altos de la compañía por aquellos en una oposición autorizada para responder a sus preguntas. Por ello, el señor Zuckerberg ha pedido personalmente a uno de sus segundos de a bordo que se pongan a su disposición”, afirmaba la carta que respondía a la propuesta de Collins, ofreciendo a Mike Schroepfer y Chris Cox (responsable de tecnología y jefe de productos respectivamente) como representantes de la empresa.