Este martes, el Supremo Tribunal de Justicia (STJ) de Brasil rechazó por unanimidad un recurso de amparo presentado por Luiz Inácio Lula da Silva. Así, la probabilidad para el exmandatario brasileño de enfrentar la prisión —en las próximas semanas— se fortalece.
Lo anterior ocurrió después de que los cinco magistrados de la corte rechazaron el “habeas corpus” preventivo, presentado por la defensa de Lula para evitar la cárcel una vez que sea analizado el recurso interpuesto el pasado 20 de febrero ante el Tribunal Regional de la Cuarta Región (TRF-4), en Porto Alegre.
Los tres magistrados de este último tribunal de segunda instancia, en enero, ratificaron y aumentaron la sentencia del juez Sérgio Moro contra Lula, que pasó de nueve años y medio a 12 años y un mes, en causa del escándalo destapado en la estatal Petrobras, por los cargos de corrupción y lavado de dinero.
En relación a lo señalado, Lula fue condenado por recibir cerca de US$ 700 mil —en reales— en concepto de sobornos de parte la constructora OAS y materializados presuntamente en la reserva y reforma de un departamento tríplex, ubicado en el balneario paulista de Guarujá.
Según la agencia Ansa, con su decisión de esta jornada el STJ dejó abierto el camino para que Lula sea encarcelado cuando el TRF-4 publique la versión definitiva de la condena, lo cual no tiene fecha precisa, pero puede ocurrir en las próximas semanas.
Joao Sepúlveda Pertence, el abogado defensor de Lula y exintegrante del STF, insistió en la “violación” del principio de inocencia y alegó para que se agoten todas las apelaciones antes de que su defendido sea llevado a prisión, una decisión que buscó limitar los aplazamientos de las ejecuciones de penas mediante la multiplicación de recursos, un arma esencial de la Operación Lava Jato.
Por otro lado, el instructor del caso en el STJ, Felix Fische, resaltó que no ve ninguna “ilegalidad” en el cumplimiento inmediato de la pena una vez analizados los recursos en segunda instancia y, en ese sentido, citó varias decisiones del Supremo Tribunal Federal (STF), máxima corte del país.
“Primero, hay que resolver los recursos en el TRF-4 de Porto Alegre. Después, hay que esperar para ver si los abogados de Lula presentan un recurso al Superior Tribunal Federal” explicó el columnista del diario Folha de Sao Paulo, Clóvis Rossi.
El exmandatario (2003-2010), por su parte, afirma ser víctima de una persecución para evitar que vuelva al poder, por el cual pretende competir en octubre. Asimismo, enfrenta siete procedimientos penales y se declara inocente en todos.
Lula afirmó, en una entrevista con radio Metrópelo, que “este proceso es como si aún estuviéramos en los tiempos de la Inquisición, donde no se necesitaban pruebas, apenas convicciones”. Por igual, aseguró que “el día que la policía o la Fiscalía general prueben que recibí un solo real saldré de la vida pública”.
El exlíder sindical declaró que batallaría hasta el final para probar su inocencia, a pesar de que piensa “todos los días” en la posibilidad de ir a la cárcel, según admitió la semana pasada en una entrevista con France Presse.
Con todo lo anterior, actualmente, Lula lidera las encuestas de intención de voto para los comicios del 7 de octubre. Tras el sondeo de la firma MDA, divulgado este martes por la Confederación Nacional del Transporte (CNT), apareció con 33,4% de las preferencias en la primera vuelta, seguido por el diputado ultraconservador Jair Bolsonaro, con 16,8%.