Michel Temer, presidente de Brasil, se reunió el día sábado con varias autoridades con el fin de definir los primeros detalles de la ocupación militar que decretó este viernes para Río de Janeiro, donde quedará como principal responsable el general Walter Souza Braga Netto. Este último también estuvo presente en la junta donde Temer anunció que, dentro de una o dos semanas, se constituirá un “ministerio extraordinario” para coordinar la seguridad pública en todo el Brasil.
La creación del Ministerio de Seguridad Pública, justamente, junto al establecimiento de la intervención armada, tiene como objetivo proteger a los “más vulnerables” dentro de una situación que se ha vuelto “intolerable” dentro de Río, así como a nivel país, aseguró durante un breve discurso el mandatario brasileño. Las medidas habrían sido debatidas por el Ejecutivo para frenar la violencia que se repite en otras partes del país.
Igualmente, durante la asamblea estuvieron presentes varios de los ministros de Temer, además de autoridades locales como el gobernador del estado Luiz Fernando Pezao y el alcalde de Río Marcelo Crivella. El ministro de Defensa, Raul Jugmann, declaró en diario O Globo que la intervención corresponde a “un proceso enormemente complejo” y “que no habrá un cambio del día a la noche en Río”, pero que “el tema de la seguridad se convirtió en una emergencia”, subrayó.
El Carnaval de Río de Janeiro, la fiesta popular más importante de Brasil, estuvo manchada por numerosos y graves episodios de violencia, incluso en las cercanías del vigilado Sambódromo. A tres días de finalizarse y, en ese contexto, la intervención federal fue decretada gobernante brasileño. No obstante, a mediados de 2017, el Gobierno ya había desplegado a 10.000 efectivos de las Fuerzas Armadas en Río de Janeiro, pero con áreas de actuación limitadas y que fueron insuficientes para devolver la tranquilidad a la que es conocida como “Ciudad Maravillosa”.