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Esto ocurrió durante el segundo tiroteo escolar más mortífero en la historia de EEUU

Por: Rodrigo Escobar - La Tercera 15 de Febrero 2018
Fotografía: La Tercera

Poco antes de que terminara la jornada escolar en la secundaria Marjory Stoneman Douglas, en Parkland, el sonido de los disparos sembró la confusión.

Algunos pensaron que eran fuegos artificiales, otros que era una repetición de ensayo de evacuación contra incendios como la que tuvieron por la mañana. Sin embargo, se trataba de Nikolas Cruz, un joven de 19 años y exalumno de la escuela.

Algunos compañeros que alcanzaron a compartir con él en la sala de clase, lo describieron como problemático, aficionado a las armas, poco simpático y solitario.

Hasta que lo expulsaron de la escuela, dicen que le gustaba activar las alarmas contra incendios en los pasillos día tras día para asustar a sus pares. Éstas volverían a sonar, segundos antes de que comenzara la segunda masacre escolar más mortífero en la historia de Estados Unidos.

Los profesores y alumnos que decidieron salir a los pasillos se encontraron con Cruz, armado con un fusil de asalto del tipo AR-15, con la que mató a 17 personas e hirió a 50 más, aproximadamente. Conocía los corredores de memoria y los aprovechó para tener a más objetivos dentro de su alcance.

Algunos escaparon de vuelta a sus salones mientras se activaba el código rojo —que indica que hay un tiroteo activo—. Sin embargo, esto no lo detuvo y disparó contra ellos, de todas formas.

“Mamá y papá, hay disparos en la escuela. Afuera se escuchan sirenas de policía. Estoy en el auditorio y las puertas están cerradas”, decían los mensajes de despedida y avisos de alerta que algunos estudiantes enviaron a sus padres.

Cuerpos y sangre en el suelo, mochilas olvidadas y celulares que no paraban de sonar. Esa fue la escena con la que se encontraron los agentes policiales del condado de Broward, cuya oficina respondió primero al llamado. Después acudió la policía, las ambulancias y los helicópteros de los medios televisivos.

Desde el aire, los canales de televisión cubrieron la evacuación de los alumnos desde el establecimiento, donde algunos se escondieron por casi 40 minutos. Atemorizados, marcharon en fila con las manos en alto y siguieron las instrucciones de las autoridades.

Nicole Baltzer, de 18 años, se encontraba en una clase de trigonometría cuando la masacre empezó. Dijo que un equipo de oficiales llegó a rescatarlos y que uno de ellos le pidió que cerrara los ojos al salir. “No hay nada bueno que ver ahí”, dijo Baltzer, según CNN.

Todo lo que pudo captar fueron vidrios rotos, algunos heridos siendo trasladados en camillas y cómo Cruz fue detenido, momentos después, cerca de Coral Spring.

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