La temática que convoca a una reunión del Grupo de Lima, con sus 14 países miembros, corresponde al adelanto de las elecciones presidenciales en Venezuela, sin acuerdo de la oposición y que serían que se realizarán el 22 de abril —originalmente en diciembre—. Ante el anticipo de los comicios, el grupo expresó “su más firme rechazo a dicha decisión, que imposibilita la realización de elecciones democráticas, transparentes y creíbles”.
Hoy, se insta al gobierno de Nicolás Maduro a que reconsidere la convocatoria de las presidenciales. El conjunto de naciones también se replantea la participación de Venezuela en la Cumbre de las Américas de abril en Lima. El canciller chileno Heraldo Muñoz, marcó el tono de la cita donde aseguró que el suceso no cumple “con las garantías que todo el mundo conoce en una elección democrática”.
Tras la Asamblea Nacional Constituyente, el presidente venezolano no sólo es repudiado por una mayoría importante del mundo y de los organismos defensores de los Derechos Humanos (DD.HH.), sino que además ha aislado a su gobierno —como también a país— del resto del planeta y Latinoamérica. Actualmente, más que antes, su administración no cuenta con el apoyo que antes tenía con la Argentina kirchnerista, con Brasil y con Perú, en parte.
El aislamiento y las tensiones políticas podrían empeorar con la llegada de Sebastián Piñera al mando de Chile y con la salida de Evo Morales en 2020. Así, rodeado en gran parte por la derecha y la centroderecha, Maduro se ha quedado sin muchos aliados cercanos. Uno de estos últimos fue Rafael Correa, expresidente de Ecuador y seguidor del chavismo, quien fue reemplazado por el opositor Lenín Moreno.
Con Colombia, tanto Hugo Chávez como el actual mandatario, no han tenido buenas relaciones. Unidos y separados por las fronteras, literalmente, la tensión entre ambas naciones se ha tensado con el paso de los meses y con la agudización de la crisis.
Juan Manuel Santos, Kuczynski y Macri “son los opositores regionales más vocales. No son necesariamente los más efectivos, ya que esos son los que tienen la posibilidad de imponer sanciones económicas. Y eventualmente me imagino que Piñera podrá estar en ese grupo”, explicó en La Tercera el analista internacional Adolfo Salgueiro.
Ricardo Sucre, analista venezolano, aclaró a La Tercera que “Maduro no tiene la muñeca política que podría haber tenido Chávez, el eco que pudiera tener”. Con al antiguo líder de Venezuela, Sucre afirmó que “había una cierta benevolencia, por su lucha contra las oligarquías. Con Maduro es más difícil porque se le ve como un dictador, un hombre autoritario”.
En la soledad y la distancia, declaró Sucre, ha logrado que pocos países puedan defenderlo. “Se ve como un gobierno que está luchando por mantenerse en el poder y que no fue capaz de reformar la economía”, explicó. Con respecto del año electoral, el analista se atrevió a decir que, incluso si la izquierda se impusiera en Latinoamérica, ésta se limitaría a “mantener la distancia”.