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Xi busca consolidar liderazgo global con histórica visita de Trump a China

Por: La Tercera 09 de Noviembre 2017
Fotografía: La Tercera

China le dio ayer una acogida fastuosa al Presidente Donald Trump en el marco de su primera visita al país asiático, donde pudo disfrutar de un té en la Ciudad Prohibida, el antiguo hogar de los emperadores chinos en Beijing, y asistir a una ópera tradicional. Si bien Corea del Norte y el comercio seguramente dominarán la parte formal de la estadía, que concluye mañana, el Presidente Xi Jinping ha estado deseoso de mostrar la importancia que asigna a la visita de Trump, la primera de un líder extranjero desde que terminó el XIX Congreso del Partido Comunista de China (PCCh) el mes pasado, en el que afianzó su poder al ser entronizado al nivel de Mao Zedong.

En el ámbito de la fórmula state visit plus definida por China, Trump y la primera dama Melania tendrán durante estos tres días “atenciones especiales” para devolver la hospitalidad recibida por Xi y su esposa Peng Liyuan durante su visita de abril a la residencia del empresario en Mar-a-Lago, en Florida, según indicó Hua Chunying, vocero de la Cancillería china.

En una prueba del “trato imperial” reservado al mandatario, Trump se convirtió en el primer dirigente extranjero en cenar en la Ciudad Prohibida desde el lejano 1949, en un evento “privado” en el Jianfu Palace, según consignó Ansa.

“La bienvenida está planeada para hacer que Trump se sienta importante”, sostiene The New York Times. Pero la pompa también será una oportunidad para que Xi muestre su “Sueño de China”, una visión de su nación “uniéndose o quizás suplantando” a EE.UU. como una superpotencia líder del mundo, indicó el periódico.

Y el tiempo corre a favor de Xi, a juicio de los analistas chinos. Trump llega a China -país que tanto criticó durante su campaña electoral por temas comerciales- en momentos en que enfrenta nuevas interrogantes sobre la investigación de la llamada “trama rusa” y las críticas en el extranjero por parecer abandonar el liderazgo estadounidense en temas que van desde el cambio climático hasta la liberalización del comercio. Además, según Gallup, sus índices de aprobación cercanos al 38% lo sitúan en una incómoda posición: el inquilino de la Casa Blanca más impopular en la historia de las encuestas modernas.

En contraste, Xi consolidó hace dos semanas su control sobre China tras ser ratificado para un segundo mandato de cinco años como líder del PCCh. Al cierre del XIX Congreso del partido, el mandatario prometió una “nueva era” de comunismo y liderazgo global.

A juicio de Mira Rapp-Hooper, investigadora principal de la Facultad de Derecho de Yale, Trump encuentra a Xi “en el pináculo de su poder con algunas ventajas significativas en el terreno de juego”. “Claramente hay una confianza que se extiende desde su posición recién asegurada y penetra en el ámbito de la política exterior”, comentó la experta a The Associated Press.

Una opinión compartida por Yan Xuetong, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Tsinghua en Beijing, quien en declaraciones a The New York Times dijo que “China, por primera vez, no está en una posición humilde con respecto a EE.UU.”. “Usualmente el Presidente norteamericano tiene la ventaja. Esta es la primera vez que hay una relación de iguales entre los dos líderes”, dijo.

Así, no es de extrañar, como sostiene John Sudworth, corresponsal de la BBC en Beijing, que los medios chinos hablen de un “nuevo capítulo de la historia” basado en una “relación de poder mayor”. “Ya no se trata del primer o segundo lugar, se trata de la paridad de la estima. Con un Presidente de EE.UU. ‘transaccional’, menos propenso a hablar sobre los valores estadounidenses, China siente que puede haber llegado su momento”, concluyó.

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