
Es necesario que asumamos a conciencia que el problema que viven personas mayores hoy, lo vivirán los jóvenes mañana, cuando envejezcan. El tiempo se agota.
Sin duda la información oficializada por el Censo 2024 que ratificó que Chile envejece de manera acelerada, trajo consigo la preocupación desde diversas áreas de la sociedad respecto de la preparación de nuestro país para el cuidado de las personas mayores. Desde infraestructura pública, hasta protección de la salud mental, pasando por adecuada alimentación.
La Organización Mundial de Salud (OMS) explica, en un artículo publicado en su página web, que, en todo el mundo, las personas viven más tiempo que antes. “Hoy la mayor parte de la población tiene una esperanza de vida igual o superior a los 60 años. Todos los países del mundo están experimentando un incremento tanto de la cantidad como de la proporción de personas mayores en la población”, detalla. Agrega que, en 2030, una de cada seis personas en el mundo tendrá 60 años o más. “En ese momento, el grupo de población de 60 años o más habrá subido de 1000 millones en 2020 a 1400 millones. En 2050, la población mundial de personas de 60 años o más se habrá duplicado (2100 millones). Se prevé que el número de personas de 80 años o más se triplique entre 2020 y 2050, hasta alcanzar los 426 millones”, menciona. Por eso es indispensable e inminente que exista no solo una preocupación, sino que una ocupación concreta de los problemas que se presentan en una realidad que cada día es más compleja.
En ese sentido, el escenario de envejecimiento poblacional plantea el desafío de promover uno saludable y para ello hay que poner los esfuerzos temprano, desde niñeces y juventudes. No sólo se necesita atender la demanda, también prevenir y reducir/retrasar las diversas patologías que puede traer el deterioro orgánico para promover el bienestar y calidad de vida en la vejez. Entonces, hay que evitar al máximo posible factores dañinos y de riesgo.
“Las personas mayores contribuyen de muchos modos a sus familias y comunidades. No obstante, el alcance de esas oportunidades y contribuciones depende en gran medida de un factor: la salud”, destaca la misma OMS.
“El envejecimiento es un proceso que atraviesa toda la vida, no sólo es una etapa tardía”, sostiene la doctora en investigación gerontológica Claudia Troncoso, académica del Departamento de Salud Pública de la Ucsc.
De esta manera, el desafío ya es presente. Es necesario que asumamos a conciencia que el problema que viven padres o personas mayores hoy, lo vivirán los jóvenes mañana, cuando envejezcan. El tiempo se agota.