Editorial

El turismo como factor potencial del desarrollo regional

Es ante esta realidad que el país y esta región en particular, tienen mucho que ofrecer, a tal grado que la industria sin chimeneas se transforme en un poderoso motor del desarrollo.

Por: Diario Concepción 13 de Marzo 2017

Inmersos ya en las rutinas del mundo laboral y las ocupaciones de siempre, los chilenos sienten, en el evidente contraste, las diferencias con sus vivencias como turistas, las experiencias que allí se generaron para un número considerable de familias que migraron, no importa a qué distancia, a lugares diferentes a los habituales. El inventario y las conclusiones de cada quien pueden diferir en la amplia escala de la calidad, pero para todos suele hacerse evidente que al país en general le falta mucho en buena calidad. Si bien es cierto, para el turismo de alta gama se encuentran oportunidades excepcionales, no ocurre lo mismo para la otra mayoría, en cualquier caso en todas la instancias hay un amplio espacio para mejorar.

Chile ha experimentado esta temporada un "boom turístico", al considerar el alto número de visitantes extranjeros que han llegado al país. Se estima que se alcanzará un récord de más de 2,8 millones de estos turistas en la temporada estival. La cantidad de visitantes foráneos mostró un incremento de 17,7%, una cifra muy significativa de aumento al compararla con 2,4 millones de turistas extranjeros que llegaron en el mismo período de la temporada anterior. Medios europeos y norteamericanos han descrito al país como un destino turístico de primer nivel mundial.

La situación que experimenta Chile muestra una nueva realidad, el turismo manifiesta una tendencia creciente, a tal grado que en los sitios de mayor atractivo del planeta se han tenido que desarrollar complejas tareas de protección para normar tanto los números como los comportamientos de los visitantes, en el concepto de turismo sustentable. Es previsible que la tendencia al aumento de la actividad turística se mantenga una demanda que se asocia a la mayor conciencia de la importancia de esta actividad para la calidad de vida de las personas y la existencia de crecientes colectivos de la tercera edad. 

El segundo factor importante es la aparición de nuevos productos en esta industria para visitantes de intereses especiales. Cada vez más los turistas buscan encontrarse con la naturaleza, lejos de toda civilización, observar la singularidad de otras culturas y tradiciones que por largo tiempo han sido ignoradas, opacadas por los atractivos de la modernidad y la globalización. 

Es ante esta realidad que el país y esta región en particular tienen mucho que ofrecer, a tal grado que la industria sin chimeneas se transforme en un poderoso motor del desarrollo. El requisito para que esta dinámica se establezca es, en realidad, un encadenamiento de iniciativas que resultan previas a un emprendimiento exitoso. 

Se requiere una política de Estado con una fuerte y leal asociación con la empresa privada. La capacitación de capital humano para el turismo, la adecuación de la infraestructura, la coordinación administrativa que opera desde que el turista pisa el territorio nacional; su seguridad, la relación sin equívocos de precio calidad, entre un numeroso conjunto de factores que deben ser atendidos desde una muy bien coordinada intersectorialidad. 

La sola generación de la oferta no es suficiente para el desarrollo significativo del sector, más aun en el contexto global que exige cada vez más productos y servicios sofisticados y exclusivos. Es una muy buena oportunidad, pero que requiere más trabajo experto que el hasta ahora empleado.

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