En Santa Juana, Región del Biobío, la talabartería —también conocida como guasquería o guarnicionería— sigue viva como un arte que resguarda la identidad rural. Se trata del oficio de trabajar el cuero para confeccionar arreos y elementos esenciales para animales de silla y tiro, como cinchas, bozales, colleras y monturas.
A pesar de la modernidad, este rubro se niega a desaparecer. Quienes lo practican buscan relevar su valor como expresión cultural y preservar el conocimiento transmitido de generación en generación.