En la Región ya se están impulsando proyectos relacionados al tema.
La agricultura digital, también conocida como AgTech, se refiere al uso de tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en la agricultura para mejorar la eficiencia, la productividad y la sostenibilidad. En Chile, esta tendencia ha cobrado un impulso significativo durante los últimos años.
Una de las áreas más destacadas de la agricultura digital es la gestión de datos agrícolas, los cuales destacan por el uso de softwares especializados y plataformas en línea para recopilar, almacenar y analizar datos sobre sus cultivos, suelos, clima y prácticas de cultivo. Esta información es invaluable para la toma de decisiones informadas, permitiendo a los agricultores optimizar el uso de recursos y maximizar los rendimientos.
Además, el monitoreo de cultivos en tiempo real es otra faceta importante de la agricultura digital. Mediante el uso de sensores remotos, drones y sistemas de telemetría, los agricultores pueden obtener información actualizada sobre el estado de sus cultivos, detectar problemas de manera temprana y tomar medidas correctivas de manera oportuna. Esto no solo aumenta la eficiencia, sino que también reduce los costos y minimiza el impacto ambiental.
Así lo explica Robinson Sáez, especialista del Centro Regional de Estudios Ambientales (CREA) de la Universidad Católica de la Santísima Concepción. “Mediante el uso de drones en la agricultura es posible realizar labores con gran exactitud y utilizando un menor tiempo, por ejemplo, es posible hacer el conteo de plantas y supervisar el crecimiento. Realizar esta actividad con imágenes aéreas facilita enormemente la tarea, logrando una gran exactitud; otra tarea que se puede realizar con un drone es la medición de clorofila, lo que indica el nivel de nutrición de las plantas”.
A su vez, la agricultura digital también está impulsando la adopción de prácticas agrícolas más sostenibles, como, por ejemplo, a través del uso de tecnologías como la agricultura de precisión y la gestión inteligente del agua para reducir el uso de insumos, mejorar la salud del suelo y conservar los recursos naturales. “Usando una cámara térmica, es posible hacer una evaluación del estrés hídrico de las plantas, al abarcar grandes extensiones de plantaciones, es posible detectar zonas que requieran de mayor o menor cantidad de riego, en un escenario cada vez más adverso de escasez hídrica. Esto no solo beneficia al medio ambiente, sino que también mejora la rentabilidad a largo plazo de las operaciones agrícolas”, explicó el experto.
A pesar de los beneficios evidentes, la AgTech también presenta desafíos para los agricultores y microempresarios. La inversión inicial en tecnología puede ser costosa, y se enfrentan barreras en términos de acceso a la capacitación y el soporte técnico necesario para implementar con éxito estas soluciones. “Los microempresarios agrícolas son un segmento de la agricultura regional que aporta a nuestra economía y que muchas veces queda postergado en varios ámbitos solamente por su dificultad al acceso de la información, por ello los aportes que realizan nuestras Instituciones de Educación Superior ayudan a aumentar sus oportunidades de crecimiento y a proporcionales nuevas herramientas de desarrollo”, argumentó el especialista de la UCSC.
Con el fin de suplir esta necesidad, la Casa de Estudios participa en el desarrollo de los proyectos “Transferencia para la Inserción Digital de la Agricultura Familiar Campesina (AFC) y Microempresas Agrícolas de la Provincia del Biobío”, y “Fortalece Pyme los Ángeles”.