Representante de Refinerías Enap se refirió al reciente contrato con la estatal argentina YPF, con el que se retomará el envío de crudo desde el país vecino por medio de un ducto. Todo, en el marco del plan de inversión de la estatal.
El reinicio de la interconexión energética-petrolera entre Chile y Argentina, a través de la puesta en marcha del sistema Oleoducto Trasandino conocido como OTA-OTC, para realizar una primera importación spot de crudo es todo un hito para la Empresa Nacional del Petróleo (Enap). En específico, se trata de la compra de 41 mil barriles por día, entre mayo y junio de este año, desde el país vecino.
Patricio Farfán, gerente de Operaciones de Refinerías de Enap, conversó con Diario Concepción sobre la histórica operación. De la misma forma, Farfán también se refirió a la actualidad de la Refinería Biobío y sus desafíos para los próximos años. Asimismo, entregó detalles del plan de inversión que tiene la estatal.
“En ese sentido, también un desafío muy importante para nosotros es poner en servicio un ducto trasandino que comunica el sector llamado Vaca Muerta en Argentina con nuestras instalaciones. Es un proyecto que venimos trabajando en conjunto con la empresa OTA-OTC. Hay una estatal argentina también, al igual que nosotros, que es YPF, y que es un actor importante que va a sumar a muchos productores que están por el lado argentino. Es un proyecto en el que estamos afinando detalles desde el punto de vista comercial, también desde el punto de vista de la integridad del tubo, ya que tenemos que asegurarnos que esté en buenas condiciones para poder utilizarlo”, dijo.
Agregó que “la puesta en servicio de ese ducto no puede arriesgar la refinación y eso es un tema que estamos afinando mucho en detalle. Confío en que los técnicos los van a poder resolver, porque en realidad estamos preparados para desafíos de ese nivel y bastante mayor. Pero es un hito muy importante para la Región y la refinería”.
-Nosotros, como plan de negocios en Enap, no solo por los temas ambientales, sino que también por el modelo de negocio que Enap ha decidido tener, ya tomamos una decisión. Esa decisión es que la capacidad de refinación, en otras palabras, la cantidad de crudo a procesar va a ser siempre la misma.
No vamos a crecer en refinación, pero sí vamos a mejorar nuestros procesos internamente para ser más eficientes. Entonces, en ese sentido, lo que va a pasar acá no es un aumento o significa que vamos a producir más, sino que lo que va a pasar es que vamos a ser más eficientes por traer un crudo, no más barato, pero que sí con un costo de transporte a más bajo costo.
Estamos buscando hacer convenios con grandes refineros a nivel mundial y esperamos luego cerrar acuerdos en ese sentido para mejorar la excelencia personal que se dice en refinería.
-Todos los años Enap va actualizando su plan de negocio, el cual va recibiendo modificaciones, por lo general, por temas de mercado, contexto, país también. La verdad es que como hoy estamos viendo la situación de mercado internacional que se pronostica son muy buenos márgenes de refinación, eso hizo que, efectivamente, nos replanteáramos nuestra cartera de inversiones en el largo plazo.
Generalmente son cinco años que Enap va planificando y lo que estamos viendo nosotros es una cartera de inversiones de US$3 mil 500 millones para toda la empresa en su conjunto, lo cual contempla inversiones en diferentes ámbitos.
Recordar que Enap tiene dos líneas de negocio: una que es la línea de refinación, que es la cual yo lidero, y otra línea de exploración de crudo y gas en Chile y en el extranjero. Entonces, entre esas dos líneas de negocio, nos repartimos eso US$3 mil 500 millones, tanto con su inversión para sacar más gas o petróleo en Chile y en diferentes lugares del mundo, en donde Enap tiene instalaciones, pero también asociado a mejoras en las operaciones de la refinería, orientadas a mejoras ambientales, a la integridad también de su activo, y hacerle un estándar distinto en cuanto a mantención y ductos.
-Pospandemia la situación a nivel mundial cambió, porque sucedieron muchas cosas a nivel internacional después y durante la pandemia. Refinerías en Estados Unidos, que son nuestro mercado de referencia, se detuvieron y se transformaron a otras cosas, y después de la pandemia, esas refinerías no entraron al sistema y por lo tanto hay una capacidad de producción de productos terminados limitada.
Entonces eso hace que los precios suban a nivel internacional y, por lo tanto, como nosotros tomamos un precio a nivel internacional, los márgenes de refinación también suben. Entonces, posterior a eso, ayudados por ese mejor margen internacional, sumado a un plan de uso eficiente de los recursos en costos y también mejoras productivas, hemos logrado tener muy buenas utilidades como Enap y en la línea de refinación, que representa aproximadamente el 70% de las utilidades de la empresa. Eso nos proyecta flujos positivos. Estamos hablando de US$400 millones de flujos positivos de utilidades solamente para la refinería.
-Tenemos que trabajar en tres ámbitos y nuestros tres ejes, que nos pusimos para la refinería. Uno tiene que ver con el cumplimiento ambiental y mejora de todas nuestras áreas ambientales. El segundo tiene que ver con la integridad de sus activos, para tener un mejor estándar en sus operaciones. Y el tercero tiene que ver con la calidad de los suministros o de los insumos del crudo, en este caso, y del gas natural para poder refinar.
En el tema ambiental, hoy estamos terminando de construir plantas que van a mejorar nuestra performance ambiental en la refinería de Biobío, ya están en fase de construcción. Son alrededor de US$200 millones de dólares solamente en construcción de plantas que van a permitir tener un mejor performance ambiental y que deberían estar en servicio durante el primer semestre del próximo año. Eso ya está en desarrollo y nos pone muy contentos, porque ha significado mucha gente trabajando en torno a la refinería y eso es bastante bueno para nosotros.
La refinería Biobío fue la primera de Latinoamérica en tener una planta que se llama Wet Gas Scrubber, que recupera las emisiones gaseosas de la refinería y reduce más de un 90% las emisiones gaseosas, y lo cual nos pone en el estándar de las mejores del mundo.
En la cadena de suministro, también estamos terminando de construir dos estanques de crudo bastante robustos que son de 50 mil metros cúbicos de capacidad. Cabe recordar que Chile no tiene crudo. Todo el crudo que viene y que se refina en ambas refinerías proviene del extranjero, de Brasil, Ecuador, Estados Unidos, entre otros. Esta es una inversión de US$100 millones Y que están en fase de construcción y se espera también colocarlos dentro de los primeros meses del próximo año.
No obstante, nos queda mucho para mejorar. Yo creo que la demanda de combustible a nivel país, a pesar de que ha entrado electromovilidad, a pesar de que tenemos el tema del gas natural, y tanto se ha hablado también del hidrógeno verde, lamentablemente, digo lamentablemente, porque todos queremos aspirar a una región o a un país con menos contaminación, va más lento de lo que la demanda de combustible ha ido creciendo. Entonces, eso sin duda nos presiona a tener una cadena de suministro confiable para bajar el crudo, refinarlo y adecuarlo con nuestras operaciones.
-Un desafío que estamos planteando como compañía y que tiene que ver con la descarbonización de sus operaciones, en la de productos innovadores, como gasolina sintética. Hoy se ha generado un mercado de gasolina sintética o de combustibles de aviación que son sostenibles que se obtienen a través de biocombustibles, por ejemplo.
Esperamos dar noticias luego de algunos acuerdos con compañías de gran prestigio europeo, donde en la Región en particularmente podemos acceder a biocombustibles o materia orgánica. Estamos hablando de materia orgánica que se puede transformar, en nuestra refinería, para combustibles, por ejemplo, de aviación con temas sostenibles.