Durante el año pasado, a nivel local, casi 11 mil afiliados se cambiaron a Fonasa. “Estas fluctuaciones en el número de cotizantes han ocurrido en el pasado y coinciden con decaimientos de la economía”, dijo Gonzalo Simon, presidente de la Asociación de Isapres de Chile.
La fuga de afiliados desde las Instituciones de Salud Previsional (Isapres) se ha disparado en lo que va del 2023, donde en el caso de la Región del Biobío son 2 mil 501 cotizantes los que han abandonado el sistema, desde enero hasta ahora. Esto según los datos entregados por la Superintendencia de Salud.
La información, proporcionada en la última Estadística Mensual de Movilidad de Cartera de Cotizantes del Sistema Isapre a nivel regional, detalla que ahora son 109 mil 666 las personas que aún se mantienen en el sistema privado en el Biobío, a diferencia de las 112 mil 167 que se registraron al terminar el 2022.
La cifra se conoce en medio de la profunda crisis por la que atraviesan las Isapres, problemática a la que aún no se encuentra una solución y en la cual el Gobierno está trabajando en una iniciativa de ley.
Hay que destacar que, del total de personas que abandonaron el modelo desde el Biobío, el rango etario entre los 30 y los 34 años sigue siendo el que más ha presentado renuncias.
Desde la Asociación de Isapres de Chile aseguran que la movilidad de cotizantes se debe a la actual situación económica de las personas, ya que se dificulta la posibilidad de mantener sus coberturas de salud.
“Estas fluctuaciones en el número de cotizantes han ocurrido en el pasado y coinciden con decaimientos de la economía, pero, afortunadamente, también se revierten bastante rápido cuando los indicadores económicos tienden a componerse”, argumentó Gonzalo Simon, presidente de la Asociación de Isapres de Chile.
Simon agregó que “además, según explicó esta semana el director de Fonasa (Camilo Cid), el grupo que más ha crecido en el seguro público es el B, en el cual los cotizantes tienen ingresos más bajos. Por ende, para el caso de afiliados de Isapres que se traspasaron a Fonasa, esta caracterización se asocia más bien a casos de desempleo o al de exbeneficiarios que sufrieron una caída brusca de ingresos”.
Felipe Valenzuela, abandonó la isapre en la que estaba tras constatar una irregularidad en la Superintendencia de Salud. “Cuando quedé desempleado quise abandonar mi isapre porque no podía pagar mi cotización. En esa instancia me dijeron que no podía renunciar al servicio y me comenzaron a cobrar un seguro. Fui a hacer las consultas a la Superintendencia de Salud y me informaron que lo que estaba haciendo la isapre era ilegal”.
Gastón Reyes, otro cotizante con residencia en la zona, señaló que abandonó su antigua isapre porque “siempre se me presentaron muchos problemas con la isapre, hasta en el pago de las licencias. No es un servicio muy bueno, algo que quedó aún más en evidencia con la pandemia, así que preferí trasladarme a Fonasa”.
Durante esta semana representantes del Gobierno, liderados por la ministra de salud, Ximena Aguilera, de las Isapres y exautoridades de salud se congregaron en la comisión de Salud del Senado para analizar la propuesta del ejecutivo de solucionar la incertidumbre de los afiliados.
La ministra Aguilera explicó que el proyecto de “ley corta” presentado por el Ejecutivo busca permitir que las isapres cumplan el fallo de la Corte Suprema, de manera gradual, a la vez que se fortalece a Fonasa.
Ahora, el máximo tribunal del país decretó la devolución de excedentes a sus afiliados por parte de los consignados entes de salud privada, esto debido al alza de planes en la tabla de factores. La ministra Ángela Vivanco, vocera de la Suprema, se refirió al fallo diciendo que “establecimos la regla general; establecimos desde cuándo; establecimos cuál es el tiempo en que hay que resolver este tema; y el resto es un tema de conversación y de acuerdo entre la Superintendencia de Salud y las isapres”.
Sobre una eventual prórroga de seis meses al fallo de la Corte Suprema contra las isapres, que detonó su crisis, la ministra señaló que aún no se ha presentado y fue categórica al decir que “los fallos se cumplen”.
Cabe recordar que el monto de devolución que deben responder desde las empresas previsionales corresponde a USD$ mil 400 millones de dólares, cifra referencial según el Minsal.
“Los números que van a empezar a aparecer ahora, con toda esta situación no resuelta, donde las propias Isapres mencionan que la solución que está entregando el Gobierno no es suficiente, la situación se puede acentuar”, expresó a Diario Concepción, Javier Álvarez, director de la Asociación de Clínicas de Chile y vicepresidente del Sanatorio Alemán.
Asimismo, Álvarez afirma que “el sistema hoy, en materia de flujos, está desfinanciado y no solamente por la deudas. Hoy lo que recaudan las isapres no es suficiente para pagar las cuentas de las clínicas y las licencias”.
Sobre la solución propuesta por el Ejecutivo, el director de la Asociación de Clínicas de Chile dijo que “creo que no es viable y así se ha manifestado el propio gremio de las isapres y el gremio de las clínicas también ha manifestado que es una propuesta que no es factible de llevar adelante”.
Respecto de las repercusiones que se podrían generar en la salud privada, en las distintas clínicas, consultas, laboratorios, entre otras, Javier Álvarez advirtió que “eso está en riesgo hoy, porque si las isapres colapsan esos centros pueden quebrar por carencia de financiamiento”.
Vale recordar que tal como lo informó Diario Concepción en su edición del pasado 3 de febrero, durante todo el año pasado a nivel regional las empresas previsionales registraron el cese de servicios de 10 mil 833 personas; y donde, a nivel nacional, significó la mayor salida de beneficiarios en más de dos décadas.
Es que el 2022 cerró con un total de 3.076.622 beneficiarios, lo que significa una baja de 5,3% respecto a los afiliados que había a diciembre de 2021 (3.249.997). Y ahora, en los primeros dos meses del año son cerca de 100 mil cotizantes más quienes emigraron del sistema de isapres.