Economía y Negocios

Ollas comunes y caletas sin zarpe: Arauco tiene otra pena

Pescadores de la zona manifiestan que no han podido retomar su actividad con normalidad debido a la desconfianza que se ha generado de sus productos en el comercio. Autoridades ya trabajan en alternativas para la reactivación en las localidades.

Por: Anibal Torres Durán 31 de Octubre 2022
Fotografía: Isidoro Valenzuela M.

Ollas comunes y labores detenidas es la actual situación que viven buzos y pescadores, junto con sus familias, de las caletas de la Provincia de Arauco, como consecuencia de la prohibición de extraer mariscos que afectó a las áreas, entre el 19 de octubre y 21 de octubre, de ese litoral, desde Caleta Punta Lavapie hasta Caleta Tubul.

Este complejo panorama se suma a la violencia rural que se viven en la Provincia y a los problemas de desarrollo económico que viene presentando la zona. Por lo anterior: se puede inferir que Arauco tiene varias penas y ahora se suma una nueva.

Según los mariscadores, con la “marea roja” emitida por la Seremi de Salud, luego de contar con los resultados de un muestreo realizado por la autoridad sanitaria el 14 de octubre y de otro efectuado por el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) en moluscos del Golfo de Arauco, no han podido retomar la extracción y comercio de todos los productos extraídos del mar, lo que ha llevado a detener su pesca durante semanas.

A pesar de que Sernapesca ha vuelto a permitir la extracción de los recursos marítimos, los pescadores de la zona afirman que se ha instalado una inseguridad en el mercado, por lo que no han podido vender ni recolectar mariscos.

El difícil escenario que viven en las caletas de Arauco ha generado iniciativas sociales para poder llevar alimento a la comunidad.

Cabe señalar que ahora la Seremi de Salud del Biobío decretó, el pasado viernes, la prohibición temporal de extracción y comercialización de moluscos en la bahía de Coronel, debido a la presencia de la toxina de veneno amnésico.

Caleta Tubul

“Apuntamos a que vuelva la confianza hacia este mercado, para poder vender nuestros productos y que no exista temor alguno de consumir nuestros mariscos (…) Esto ha generado un daño en nuestras labores. Llevamos casi un mes detenidos y hay mucha gente afectada porque vive con lo que pesca día a día. Algunas familias han subsistido con ollas comunes hemos estado realizando durante algunos días”, comentó Fabio Breve, dirigente de la Coordinadora de Buzos y Mariscadores de la Caleta Tubul.

Por su parte, Richard López, presidente dentro de la coordinadora agregó que “nuestro único recurso acá es el mar y ya vemos que la situación se está poniendo complicada por el tema de que estamos sin extracción o el acceso a otro recurso para poder sustentarnos. Dentro de la coordinadora se están haciendo labores para ir en ayuda de la gente para que no se quede sin alimento. Ya llevamos más de cuatro días con ollas comunes y vamos a tener que continuar con esto, porque la situación nos ha perjudicado bastante”.

“El llamado a las personas es a que vengan y que consuman el marisco sin temor, eso nos ayudaría. Ahora podemos ir a sacar mariscos, porque la alerta ya se levantó, pero no tenemos mercado donde venderlo por el temor que existe”, sostuvo Rómulo Huenchunao, presidente del Sindicato de Buzos y Armadores de la Caleta Tubul.

Más de 4 días llevan con ollas comunes los pescadores de Caleta Tubul. Crédito: Isidoro Valenzuela M.

Punta Lavapie

Similar a lo que ocurre en Tubul, Punta Lavapie ha sufrido en el sector pesquero y también en el gastronómico.

Luzmira Fernández, dueña del restaurante “Donde Lumita”, ubicado en la caleta, señaló que “con la marea roja bajaron mucho las visitas. No vino ningún cliente en toda una semana, pero no nos llegó ninguna orden para cerrar nuestros locales por la alerta y sólo nos recomendaron que vendiéramos pescado y mariscos comprados del mes pasado. Además, fueron más de siete días sin recibir ni a un solo cliente en el local”.

En el área pesquera de la caleta. José Maldonado, pescador de la localidad, manifestó que “desde que levantaron la alerta de marea roja que volvimos a pescar, aunque hemos sido muy pocos. Nosotros trabajamos con la pancora y la gente sufrió mucho en los días que estuvo la prohibición. De verdad esperamos recuperarnos pronto, también está regresando el buceo”.

José Maldonado lleva más de 30 años pescando en Punta Lavapie. Crédito: Isidoro Valenzuela M.

Caleta Llico

“En estos momentos está toda la caleta parada por todo lo que generó la alerta de la marea roja. Con eso se vio perjudicado todo el turismo en esta localidad y no hemos podido a salir a trabajar, porque todo lo que capturamos se lo vendemos a quienes nos visitan en Llico (…) Ya llevamos casi un mes detenidos. Dependemos directamente del turismo y no ha llegado nada de gente”, manifestó Francisco Denis, pescador y buzo mariscador por más de 40 años en la Caleta Llico.

“Nunca habíamos visto algo así”, agregó Denis, sobre las consecuencias que trajo el decreto de marea roja y que tiene a Llico sin zarpes.
Otro punto que señala el pescador y buzo es que, al igual que a los turistas, tampoco han podido vender sus productos a las empresas pesqueras de la zona.

Pescadores artesanales

Por su parte, desde la Federación Regional de Pescadores Artesanales de la Región del Biobío (Ferepa Biobío) esperan que el origen de la alerta sea determinado a la brevedad.

“Esto ha generado problemas económicos y sociales indiscutibles a los pescadores y frente a esta situación nos hemos mantenido en alerta y a la espera de que el origen de la marea roja sea determinada y difundida con los mismos alcances con que se hizo cuando esta apareció y que por instrucciones de la Autoridad Sanitaria, como corresponde, se instruyó a la población a no consumir recursos bentónicos”, indicó Hugo Arancibia, presidente de Ferepa Biobío.

Autoridades

La consejera regional del Biobío, Marcela Tiznado, presidenta de la Comisión de Pesca y Borde Costero del Consejo Regional del Biobío y miembro del Consejo Consultivo de la Pesca Artesanal, señaló que “hemos visto lo difícil que ha sido reactivar, no solo la extracción, sino que también la venta de los mariscos hacia las afueras de la caleta. Desde que se levantó la alerta por marea roja los vecinos se han vistos mermados en sus ventas, debido a que existe una desconfianza de la ciudadanía de comprar los productos. Con esto llevan más de cuatro días con una olla común para la comunidad”.

La consejera regional hizo hincapié en la seguridad de consumo que tienen los productos marítimos del litoral y dijo que “Los mariscos y los distintos productos que se procesan dentro de la caleta se encuentran bajo la norma y según lo que requiere la autoridad sanitaria. Invitamos a que consuman los alimentos y mariscos que vienen de esta zona”.

Asimismo, Tiznado anunció a Diario Concepción que “vamos a financiar con fondos del Gobierno Regional alguna feria que permita poder captar mayores clientes, turistas y nuevos compradores para que puedan venir a conocer”.

El seremi de Economía, Fomento y Turismo del Biobío, Javier Sepúlveda explicó que en la cartera ya están trabajando en la reactivación del comercio y turismo de las caletas.

“Estamos trabajando con el Servicio Nacional de Turismo (Sernatur), comunicacionalmente, para darle la certeza a la gente de que puede acudir y disfrutar con sus familias de los atractivos turísticos que tiene la comuna de Arauco. La gastronomía de la zona está preparada para recibir a los turistas, ya que los productos ya no están con prohibición de extracción, es posible consumir todos los productos del mar”, sostuvo Sepúlveda.

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