El gobierno entrante tampoco tendrá mucho espacio para apoyar la reactivación, debido al abultado déficit acumulado en los últimos años, opinan los especialistas.
El Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) de enero de 2022 creció 9,0% en comparación con igual mes del año anterior, según el informe del Banco Central de Chile, por debajo de las expectativas del mercado, poniendo fin a la racha de nueve meses consecutivos de expansiones de dos dígitos.
Para Claudio Parés Bengoechea, economista de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad de Concepción, este Imacec está mostrando que, si bien la actividad sigue recuperándose, lo hace a un ritmo cada vez más lento. “Se ve una recuperación en los servicios y el comercio, pero no tanto en la producción, porque esos sectores fueron los más afectados por la pandemia y el relajo de las medidas hará que vuelvan a funcionar con algo más de normalidad. Lamentablemente, lo que puedan hacer los servicios y el comercio depende de la actividad productiva”.
“Si no hay más bienes que comerciar o que apoyen las actividades de servicio habrá que aumentar las importaciones, lo que, entre el aumento del precio del dólar y de los costos en el comercio internacional terminará generando un alza en los precios y con eso la tasa de interés seguirá alta y la recuperación será lenta”.
En esa línea, estima que el gobierno entrante no tendrá mucho espacio para apoyar la reactivación debido al abultado déficit acumulado en los últimos años “y, aunque saliera a gastar, aumentaría todavía más la tasa de interés, retardando más aún la reactivación privada”, acotó el economista de la UdeC.
“Lo que estamos haciendo es converger a tasas de crecimiento sostenibles y eso nos permite pensar en tener tasas de inflación menores en el mediano plazo”, subrayó el ministro de Hacienda, Rodrigo Cerda.
De acuerdo con Francisco Gatica Neira, economista de la Universidad del Bio Bío, la inflación está asociada a demanda agregada producto de los retiros de ahorros de las AFP y los IFE, pero también tiene un fuerte componente externo asociado al precio de insumos y materias primas e incluso problemas en las cadenas logísticas. “Esto significa que, aunque se tomen medidas para morigerar la inflación, la variable externa sigue siendo un factor determinante”.
Por eso cree que seguiremos con una inflación más o menos elevada cuestión que debiera normalizarse a partir de 2023. “Recordemos, además, que estamos en una economía mundial que está saliendo de una pandemia y ahora con un conflicto bélico cuyas consecuencias ya están afectando los precios internacionales del petróleo, el gas y algunos cereales”, dijo Gatica.
Recomendó en este sentido a las familias ser cautos con el gasto y si bien la economía se está reactivando el llamado es gastar con un criterio racional y privilegiar el ahorro. “La lógica para hoy es gastar solo en lo necesario y frente al aumento sostenido de los precios recurrir a la vieja costumbre de cotizar y encontrar lo mismo a menor precio, lo que se traduce en ingresos relativos para las familias”.
De acuerdo con el informe del Banco Central, el resultado del Imacec de enero se explicó por el aumento de las actividades de servicios (17,0%) y, en menor medida, por el comercio (8,4%), efecto que fue parcialmente compensado por la caída de la producción de bienes (2,6%), en particular, de la minería (6,0%)