Una de las principales razones es la incidencia de la pandemia en la mortalidad junto con los efectos que se podrían generar a mediano y largo plazo.
En el actual sistema de pensiones, cada cierta cantidad de años, la Superintendencia de Pensiones (SP) y la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) tienen la misión de actualizar y fijar las tablas de mortalidad para el cálculo de futuras jubilaciones.
El pasado jueves 3 de febrero ambas entidades presentaron una propuesta de normativa, donde los reguladores informaron que consideraron pertinente “prorrogar la vigencia de las actuales tablas de mortalidad 2014″, cuya vigencia termina el 30 de junio de 2022, y que contempla que las mujeres vivirán en promedio hasta los 90 años y los hombres hasta los 85.
“La pandemia ha incidido en el proceso de actualización de tablas de mortalidad, el cual se ha visto impactado en su planificación original. Y segundo, porque existe la necesidad de evaluar el eventual impacto de la pandemia en la mortalidad de mediano y largo plazo”, señalaron los entes reguladores en el informe de la normativa en consulta.
Cabe destacar que las Tablas de Mortalidad se utilizan para el cálculo de las pensiones por retiro, de los aportes adicionales para pensiones de invalidez y sobrevivencia, y de las reservas técnicas que deben constituir las compañías de seguros que ofrecen rentas vitalicias y que participan del seguro de invalidez y sobrevivencia.
En 2005, con la primera actualización a las Tablas de Mortalidad, se estableció que fueran tablas dinámicas o generacionales y que debían ser actualizadas cada cinco años, aunque esto se modificó en 2014 a una periodicidad de actualización cada seis años para que coincidiera con la vigencia de los contratos del seguro de invalidez y sobrevivencia que se licitan cada dos años.
“La pandemia del Covid-19 se ha caracterizado por impactar fuertemente a la población de adultos mayores, desviándose la mortalidad en este segmento de la tendencia observada en años anteriores”, señala el análisis de los reguladores en el informe de la normativa en consulta.
En esa línea, el informe señala que “la experiencia internacional sugiere excluir periodos anómalos en el proceso de estimación de la mortalidad”.
Asimismo, tanto la CMF como la SP establecen que es importante establecer los efectos de la pandemia en la evolución esperada de la mortalidad y determinar en que forma la tendencia observada previo al año 2020 se vería impactada en el mediano y largo plazo.
Un proyecto en el Congreso
Durante agosto de 2021, se presentó una iniciativa que buscaba rebajar los años para calcular la esperanza de vida de los trabajadores a la hora de jubilar. De esta forma, según los parlamentarios que presentaron el proyecto, se podrían aumentar automáticamente en un 20% los montos de las jubilaciones.