Desde el Gobierno Regional aprobaron la inversión para cambio de estufas antiguas para la temporada invernal. En la Seremi de Medio Ambiente destacan el trabajo realizado con otros ministerios.
Aníbal Torres Durán
Son numerosas las medidas que se han tomado a lo largo de los años para controlar contaminación atmosférica en las diez comunas declaradas en zona saturada por PM 2.5 del Concepción Metropolitano.
Y ahora se marcó un nuevo hito: la inversión de $4 mil millones para sacar de circulación antiguos calefactores a leña, muchos de ellos sin filtro alguno que limite las emisiones contaminantes de material particulado respirable.
Cabe recordar que la espera por la implementación de un plan que limpie el aire del Concepción Metropolitano parte el año 2006, cuando se supo que se estaba en una zona de latencia por material particulado respirable MP10. Esto dio pie a la construcción de un plan de prevención que nunca vio la luz. Tiempo después, por concentraciones máximas permitidas de Material Particulado Fino MP2,5, se pasó́ a zona de saturación el año 2015, lo que obligó a implementar un plan de descontaminación.
Es el segundo más grande después de Santiago y va mucho más allá́ de un recambio de calefactores.
La estrategia incluye la ampliación de la red de ciclovías, nueva constructibilidad en viviendas, campaña de difusión y normativas de transporte e industria.
“Esto tiene que ver con una planificación territorial, pero más que nada con la urgencia de descontaminar el aire. Esto se hace urgente en los periodos de invierno, ya que el 66% del material particulado es residencial, el 25% es industrial, un 8% es de transporte y un 1% es de otras fuentes emisoras. Está claro que tenemos que hacer énfasis en el sector residencial e industrial”, detalló el seremi de Medio Ambiente de Biobío, Mario Delannays.
Dentro de las medidas del plan se contempla el uso y mejoramiento de calidad de la leña, el control de emisiones de fuentes fijas, la gestión de episodios críticos de contaminación, la generación de áreas verdes y ciclovías, el mejoramiento de la eficiencia térmica de las viviendas, el control de las emisiones asociadas a fuentes móviles de transporte y la compensación de emisiones, enumeró la autoridad.
“La implementación de las medidas busca incorporar una visión integral del problema considerando, por un lado la economía local en torno a la leña, el arraigo cultural en el uso de calefacción tradicional y el problema social asociado a los costos de la calefacción; y por otro, la regulación del sector productivo.