Economía y Negocios

Las actividades se resintieron, pero lograron sobreponerse a las dificultades después del sismo

Pequeños locales y grandes comercios de Concepción cayeron con el terremoto. Pese a las dificultades, la mayoría logró levantarse. Además, nacieron nuevos emprendimientos como consecuencia de la catástrofe.

Por: Daniel Nuñez Durán 23 de Febrero 2020
Fotografía: Diario Concepción

La madrugada del 27 de febrero del año 2010 marcó un antes y un después para el desarrollo del país. El Bío Bío, centro del fenómeno natural, sufrió grandes cambios con los duros embates del movimiento telúrico.

En materia económica, la Región tuvo pérdidas importantes y algunas irreparables, tanto en patrimonio como en lo netamente financiero. El impacto del terremoto fue tan grande en la zona, que las inversiones y trabajos para levantar empresas y fuentes laborales tardó varios años.

La industria y el comercio fueron dos áreas que se vieron afectadas en todo ámbito. Cientos de empresas con considerables bajas en su producción y el comercio en el suelo, al derrumbarse cientos de locales, fueron una constante durante los meses posteriores al sismo de magnitud 8.8. La situación era caótica. Sin embargo, gracias al esfuerzo, perseverancia y sacrificio de los actores involucrados, la situación logró revertirse. No en todos los casos, pero si en un alto porcentaje de negocios.

Consecuencias para el comercio

Si hay un área que se vio gravemente afectada por el terremoto, esa fue el comercio. Un mes después del evento, la Cámara de Comercio realizó un estudio que arrojó resultados bastante complejos en cuanto a cifras.

La encuesta fue hecha en base a mil patentes y se llevó a cabo en el casco histórico de la ciudad, lugar donde hubo poco que rescatar en algunos negocios.

De acuerdo a los sondeos realizados por la entidad, el 35% de los locales de Concepción sufrió pérdida total de sus espacios. Para verificar la veracidad de los hechos, se constató en terreno que aquella cifra era real. No había forma de recuperar algo porque estaba todo destruido o había sido saqueado los días posteriores al 27/F.

En total, se estima que fueron 358 los comercios afectados por el terremoto, situación que se fue solucionando con el tiempo.

El comercio de Concepción sumó pérdidas cercanas a los $5 mil millones en infraestructura e insumos.

Foto | Isidoro Valenzuela M.

Empresas que “ganaron”

Tras la complicada madrugada del 27 de febrero, las réplicas continuaron sacudiendo a la Región del Bío Bío. Cerca de un mes después, cuando los sismos de menor escala se iban disipando, comenzaron las labores de reconstrucción.

En medio del caos, empresas y pequeños emprendimientos sacaron provecho de la situación y comenzaron a prestar sus servicios en labores básicas, pero también en trabajos de gran complejidad.

Por ejemplo, hubo empresas relacionadas al arriendo de maquinarías que vieron incrementados sus dividendos de manera exponencial. El préstamo de máquinas, como la tradicional de soldadura, los demoledores rotomartillos o las sierras circulares, estaban a la orden del día.

El arriendo de maquinaria pesada, también, tuvo un auge las semanas posteriores al terremoto. Camiones y grúas fueron vitales en labores de limpieza de escombros y reconstrucción.

Otras actividades que también causaron “furor” las semanas siguientes, fueron negocios relacionados a la captación de aguas subterráneas, la recuperación de extintores, reparaciones eléctricas de toda índole, aseo en empresas, transporte de escombros y corredores de propiedades, entre otras labores.

Enap:empresa clave para el país se levantó en tiempo récord después del terremoto

Tras el terremoto, la refinería Bío Bío de Enap detuvo sus operaciones debido al corte de electricidad y a los daños estructurales. A las semanas del sismo, la planta fue sometida a una rigurosa inspección para determinar el nivel de los daños y las medidas a seguir.

Posterior a eso, se levantaron cuatro frentes de trabajo para restaurar los daños y volver el proceso productivo de Enap a la normalidad. Fue así, como el 14 de mayo, en tiempo récord, la refinería de la Región volvió a operar de manera parcial y, a fines de junio, ya se estaba operando de manera casi total.

Los daños en la empresa, no fueron superiores gracias a los parámetros antisísmicos con los que fue construida la refinería. Las labores realizadas para la rápida puesta en marcha fueron clave, gracias a la administración y los cientos de trabajadores de la firma. Gracias a estas funciones, servicios como el agua, la electricidad y el gas en el país no se vieron suspendidos en ningún momento.

Foto | Raphael Sierra P.

El terremoto, además, fue una situación extrema que generó en la empresa una profunda revisión y aprendizaje en distintas materias. En este contexto, se generaron protocolos, procedimientos y estándares para enfrentar en buen pie nuevas contingencias, como la vivida el 27/F.

Fue así como se desarrollaron procedimientos para el manejo de riesgos, se implementaron protocolos de comunicación en caso de crisis y se enriquecieron los estándares internos de seguridad, entre otras materias.

Cap Acero: A cuatro meses del sismo, ya estaba operando con normalidad

Para retomar sus funciones fue un largo proceso. Sin embargo, después de 4 meses post terremoto, CAP Acero retomó sus actividades normales. Los severos daños generados por el movimiento telúrico, sobre todo, en las áreas de producción primaria hicieron que se activaran todos los protocolos de crisis para restablecer los servicios.

La reparación de Muelle, Altos Hornos, Planta de Coque y Acería, significó un trabajo de alta complejidad y dando paso a perspicaces maniobras de parte de los ingenieros de la empresa.

Foto | Carolina Echagüe M.

Cuatro meses y medio después del terremoto, y tras una intensa y comprometida labor de ejecutivos, trabajadores y contratistas, CAP Acero finalizó una importante etapa en su proceso de reconstrucción.

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