Supera a la Región Metropolitana, quien experimenta un alza de 24%. La autoridad regional económica lamenta los resultados, mientras que expertos proyectan que estos números podrían ser tendencia en 2020.
Un aumento de un 133% es lo que experimentó la Región del Bío Bío en cuanto a quiebres de empresas, según los últimos datos revelados por la Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento.
Si en enero de 2019 sólo seis se sometían al proceso de Liquidación de Bienes, en el mismo mes de este 2020, fueron un total de 14.
Igualmente, la Región Metropolitana, en el mismo mes de 2019, anotó 57 casos y, posteriormente, en 2020 subió a 71.
El incremento porcentual en la capital nacional, entonces, es de 24%. Por ende, la variación es menor que la registrada por el Bío Bío.
En lo que respecta al Procedimiento Concursal de Reorganización de la Empresa Deudora, en enero de 2020, el Bío Bío tiene sólo un intento, misma cantidad que el año pasado a la fecha.
Es así como ante el negativo liderazgo regional, la Seremi de Economía, encabezada por Mauricio Gutiérrez, lamentó los resultados.
“Hay que contextualizar que hay un análisis numérico, donde hay ocho empresas quebradas más que en 2019. Es en términos relativos donde suena más fuerte con este 133%”, declaró la autoridad regional.
En lo que se refiere a personas, la Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento, detalló que en la Región, durante el año pasado, 31 estaban en quiebra, mientras que en este verano lo han hecho 45. Esto quiere decir que en este ítem hay un aumento de 45%.
En lo referido a Reorganización de Persona Deudora, sólo cinco se acogieron a este trámite en 2019. En 2020, lo han hecho 12. Esto significa un alza de 140%.
Del aumento de estos números y su relación con el 18-0, el seremi de Economía Bío Bío pidió “ser cautos”.
Los especialistas han advertido de que los efectos económicos se vendrían viendo en la medida que el tiempo transcurre, ya que muchas veces los efectos no son de inmediato.
Es el caso del cierre de locales comerciales en las galerías penquistas, en dos meses, al menos 27 decidieron cerrar sus cortinas: la falta de venta producto de la coyuntura económica y social, además de los altos cobros de arriendo, pasaron la cuenta.
No obstante, este fenómeno de bajas venía acentuándose desde el 2018, antes de la revolución social.
Y hay muchos ejemplos de compañías afectadas, con nombre y apellido: la cadena Sauré, incluyendo el tradicional ubicado en Freire. Asimismo, Albano (fabrica), Quick Biss, una filial Mamut, sucursales de Farmacias Ahumada, entre otros.
“Se quiebra por diferentes motivos. La baja del consumo, de los indicadores macroeconómicos en general , que la hemos tenido con el estallido social, pero también hay riesgo de negocios que podían ser los causantes”, indicó Gutiérrez.
Sobre el “estallido social”, opinó: “obviamente que afecta el estallido social cuando se rompe la cadena de suministro, se baja el consumo, sobre todo repercute en las Pymes, por lo que el bolsillo de los emprendedores se ven afectados y eso podría empujar a un proceso de liquidación de la empresa, junto con el ambiente macroeconómico, haciendo que se cierren las puertas. Establecer una correlación entre lo ocurrido el 18-O y el cierre de empresas podría ser un poco aventurado. No obstante aquello, la interrupción afecta a las pequeñas y medianas empresas”.
Para el vocero de Defensa Deudores, Ricardo Ibáñez, proyectó que para este 2020 es “ altamente probable que se experimente un aumento en empresas pequeñas y medianas y microempresas que opten por el Procedimiento de Liquidación Voluntaria que establece la Ley 20.720”.
Los motivos: “ La imposibilidad de sus pagos a raíz del estallido social”. Es por ello que Ibáñez llamó a informarse y asesorarse bien en relación a esta normativa.