Quienes lo visitan quedan admirados con la estructura rocosa que está solamente a 10 metros de la orilla
Es verano y todos quieren conocer lugares desconocidos fuera y dentro de Chile. Bañarse y dormir en playas o ríos paradisíacos, alejados del ruido de los motores que desde marzo hasta diciembre rugen incesantes en las calles, marcando el paso del tiempo, del trabajo agotador, de las largas horas de estudio que muchas veces se fusionan en día y noche.
Sin embargo, hay algunos que para renovar energías buscan pequeños tesoros sin salir tan lejos, esos espacios que conectan el alma con la naturaleza de manera sencilla, pero eficaz. Una suerte de baño espiritual en tiempos que no son fáciles.
Entonces, a una hora de Concepción, en Cocholgüe , comuna de Tomé, se encuentra un emplazamiento muy especial, el que merece convertirse en un retiro o espacio de contemplación. Y, de paso, en un escenario ideal para sacarse una selfie y subirla al Instagram.
Se trata de El Arco Elefante, una postal que hará preguntarse, a todo penquista, si eso es efectivamente parte del Bío Bío o de latitudes muy lejanas.
La formación rocosa tendría aproximadamente 20 metros de alto y 15 de ancho, que bien podría ser comparada con la icónica Portada de Antofagasta.
Y hay un factor que juega a favor: la estructura tomecina está a pocos metros de la orilla de playa.
Jorge Sepúlveda es uno de sus promotores. A través de Facebook creo la página Paraíso Love Tomé, una plataforma que utiliza para promocionar la ciudad y sus desconocidos parajes.
Desde ahí organiza salidas guiadas a los amantes del senderismo. De hecho, el Arco Elefante es una de las paradas obligadas cuando busca sorprender a los viajeros.
Un video, que tiene unas seis mil reproducciones, registra certeramente las impresiones de quienes lo visitan. “Está lindo, bello, bello, bello”, son algunas de las exclamaciones. “Miren qué maravilla: sólo en Paraíso Love Tomé”, añade Sepúlveda.
Otros le llaman de otra manera. “Es la Trompa del Elefante. Tomé sin intervención de la mano humana”, postea Doris Oliva, orgullosa en el fanpage.
De acuerdo a Sepúlveda, para los interesados ofrece “tours panorámicos y safaris fotográficos guiados en inglés, portugués y, por supuesto, en español, todos los días del año. Son a la carta, privados y regulares al lugar (contacto: 993656219)”.
El promotor de turismo y relaciones públicas de la Municipalidad de Tomé, Óscar Garay, agrega que igualmente han organizado visitas y que, sin duda, resultan muy interesante para los turistas (consultas al 41-2174400, anexo 4457).
“También se le conoce como el Arco de Cocholgüe”, aclara el profesional.
Un dato importante: muy cerca está “El Faro”, otro atractivo que bien vale la pena conocer, completando este interesante circuito para los días de verano en el Gran Concepción.