Los Diablos ceraron cuartos en la Copa Panamericana e irán al repechaje a la Copa del Mundo. En el plantel sobresalen los penquistas, Sebastián Wolansky y Tomás Hasson.
La Copa Panamericana de Hockey Césped 2025, disputada en Montevideo, marcó un nuevo capítulo en el proceso de consolidación de la selección chilena masculina. Los Diablos finalizaron cuartos del torneo tras caer en el partido por el bronce frente a Canadá por 2-1. Pese al resultado, la escuadra que dirige Emiliano Monteleone logró uno de los objetivos principales, que era asegurar su presencia en el repechaje mundialista, instancia clave para soñar con la clasificación a la Copa del Mundo de Países Bajos y Bélgica 2026.
La campaña dejó sensaciones encontradas. El equipo mostró evolución táctica y manejo de partido, pero la falta de eficacia en momentos decisivos pasó la cuenta. En la semifinal ante Estados Unidos, Chile dominó los 60 minutos, se adelantó con un gol del capitán Nils Strabucchi y tuvo opciones claras para sentenciar, pero no concretó. En los shootouts, la balanza se inclinó hacia los norteamericanos, que vencieron 3-1 y accedieron a la final frente a Argentina.
“El equipo fue muy superior en el juego, pero no supimos liquidarlo. El gol de ellos viene por un error nuestro, y en los penales puede pasar cualquier cosa”, reflexionó con autocrítica el arquero Adrián Henríquez.
En el partido por el tercer lugar, Chile volvió a medirse con Canadá, rival al que había vencido 2-0 en la fase de grupos. Sin embargo, esta vez el conjunto norteamericano fue más efectivo. Abrieron la cuenta temprano, al minuto 7, y ampliaron la ventaja en el último cuarto con un tanto de Matthew Sarmento. El descuento de Juan Pablo Amoroso a siete minutos del final no fue suficiente para revertir la historia. Derrota 2-1 y cuarto lugar para Chile.
Pero la historia no termina aquí, ya que con la clasificación a semifinales, Chile aseguró su presencia en el Premundial, torneo que entregará boletos a la máxima cita planetaria. Instancia donde seguramente seguirán destacando Sebastián Wolansky y Tomás Hasson, ambos formados en el Concepción Country Club y que fueron parte activa de esta campaña, ratificando el potencial de la cantera penquista.