Partieron entrenando en febrero, debutaron con un amistoso en Laja (2-0) y tras el partido 15 (2-2 con la UdeC en Las Golondrinas), el equipo de fútbol de Fernández Vial no va más. Ya con la noticia de que definitivamente no participarán de Tercera División, el cuadro de la Sadp, que adiestraba Sebastián Ortiz bajó el telón, con aplausos y cánticos de su hinchada.

El DT expresó que “armamos un grupo extraordinario, donde todos pudieron irse y la mayoría siguió hasta el final, independiente de que tenían ofertas de otros lados. Siempre pensamos que podíamos participar y así se entregaron al cien, cada partido amistoso que disputaron fueron súper profesionales y por eso uno también siempre llegaba con ganas de continuar”.

El “Seba” repasó que “fueron 15 partidos, algunos dentro de la sesión de entrenamiento, otros de fin de semana con público. Era la forma de mantenernos en ritmo, a la espera de lo que pasara, y que fuera un poco más atractivo para quienes entrenaban semana a semana. La gente también llegó y fue importante porque esa era la forma de pagar a este plantel”.

También destacó que “la mitad del grupo era gente de casa, chicos que no conocíamos y fueron importantes, primero para tener un buen número en los entrenamientos y, después, porque en cancha respondieron, sobre todo en la segunda parte, cuando se fue parte del equipo a otros clubes. Hay muchachos de 16 o 17 años, con mucho futuro”.

¿Y cómo reaccionaron tras el portazo definitivo? “Entendíamos que en algún momento podía haber un no como respuesta y aún así algunos se quedaron porque jugar amistosos en Vial también los hacía visibles. Para algunos era más atractivo Vial que algún otro club del mismo torneo, porque veían que está en la prensa, en redes sociales. Fueron muy profesionales hasta que se pudo”.

Ortiz confesó que “al principio eran 24 jugadores adultos y nos quedamos con 12. De esos 12, te aseguro que el cien por ciento tuvo ofertas de esa misma división o una más arriba. Unos no podían irse por tiempo, por estudios. Fernando Soto venía de Colina, Pablo Contreras de Colchagua, estaban estudiando en Concepción y no querían perder su carrera por ir a otro lugar en las mismas condiciones. Tenían las puertas abiertas para partir si querían, pero el grupo estaba muy unido”.

Como balance, concluye que “más allá de cual sea el Vial y quien participe mañana, siempre quisimos ayudar al club, jamás nos metimos como cuerpo técnico en lo administrativo ni hablamos de Corporación o Sadp, solo intentamos trabajar y competir como Vial”.