Huachipato logró un triunfazo ante Gremio en Brasil y quedó puntero de su grupo en la Libertadores.
Igual que hace 11 años, con el mismo pundonor y la misma convicción, Huachipato se trajo una victoria brillante de Porto Alegre, esta vez por 2-0 sobre Gremio, por la Copa Libertadores, dando la gran sorpresa de la fecha en el Grupo C.
Fue un partido plagado de emociones el que se disputó en el Arena do Gremio, mismo recinto donde en 2013 los acereros ya habían celebrado a costa de los brasileños.
Ocasiones hubo por decenas, porque en casa , cualquier equipo de Brasil se creará oportunidades. Pero la suerte estuvo del lado de los chilenos, tanto así que a los 13 minutos, abrió el marcador por intermedio de Felipe Loyola -el mejor de la cancha-, quien aprovechó un pivoteo de Cris Martínez en el área y le pegó de primera junto al palo para anotar un golazo que, aunque debió pasar un largo veredicto del VAR (innecesario protagonista), se celebró con el alma por el exvialino.
Como era previsible, Gremio se vio tocado en el orgullo y encajonó a los nacionales en campo propio, generando inmejorables ocasiones para igualar. A los 24’ Malanca sacó de la línea cuando un centro perfecto de Soteldo era conectado en el área. A los 26,’ un carrerón de Joao Pedro por derecha terminó con Cristaldo desviando por poco. En los 40’ era otra vez Cristaldo quien se lo perdía tras otro jugadón de Everton. Y más claras que todas esas, fue la que Villasanti se perdió solo en la boca del arco con su disparo golpeando el travesaño.
Parecía inminente el empate, pero para terror de la hinchada local, fue Huachipato quien dejó en silencio el estadio cuando en el séptimo minuto añadido, un centro desde la izquierda fue despejado a medias por la defensa, y el rebote le quedó a Montes en el borde del área para colocarla junto al palo. Otro golazo.
En el complemento, Gremio tuvo sus momentos, pero estaba claro que la noche era acerera. Porque ni Nunes, ni Costa, ni Soteldo o Cristaldo, fueron capaces de aprovechar sus opciones. Parte de suerte de los siderúrgicos, parte de la buena labor de los centrales que, cuando sacudieron sus nervios, sacaron todo. Parte también de la labor incansable de los volantes visitantes, encabezados por un gigante Loyola, y por un Cris Martínez y Maxi Rodríguez que nunca renunciaron al sacrificio en la delantera.
Así se escurrió el tiempo en el Arena do Gremio, con un Huachipato que incluso pudo aumentar. Pero no era necesario, la tarea estaba hecha, el acero sellaba su segundo triunfo por Libertadores en Porto Alegre, donde siempre cotiza al alza.