Juan Rivera fue un destacado zaguero de los ‘80 y ‘90, donde defendió a Huachipato y Cobresal, llegando a ser capitán de ambos cuadros. Hoy estará en el estadio con su hijo, tal como el 2012, cuando el acero fue campeón. “Imagino un ambiente parecido. Estuve en épocas espectaculares de los dos equipos, pero soy de esta zona y voy por Huachipato. Ahí me hice futbolista”.
El ex defensor, hoy de 63 años y avecindado en San Pedro de la Paz, recuerda que “entré a Huachipato a los 17 años, tenía a Armando Tobar como entrenador. Hice dupla atrás con Edgardo Avilés y después con Miguel ‘Pao’ Gutiérrez. En Cobresal con Ronald Fuentes y antes con Gustavo Huerta. Con él aún somos amigos, hablamos hace poco y el secreto de estas buenas campañas es que siempre le gustó el orden, era quien nos ordenaba atrás, daba instrucciones. Le gusta el buen fútbol y sacó cosas de Manuel Rodríguez”.
¿Y qué opina de este acero de Gustavo Álvarez? “Me gusta. Él es de bajo perfil y tiene chicos de casa. Creo que si no se iba Altamirano, que lo tuve en Sub 15, iríamos arriba. También tuve a Gutiérrez en mi escuela de fútbol de Chiguayante”.
Tiene tanto cariño como vivencias en ambos clubes y repasó que “en Huachipato estuve con Pindinga Muñoz, con el Negro Díaz… Jugadorazos. En Cobresal jugué con Zamorano, Salgado y Martínez, la mejor delantera en la historia de Cobresal. Iván era mi cabro chico. Y después de retirarme trabajé también en las inferiores de Huachipato, con Pedemonte, el profe Castro, Alejandro Padilla… Linda etapa”.
Su corazón se inclina hacia la usina y apunta que “el 2012 fue emocionante, me metí a la cancha a celebrar. Hay algo de piel con Huachipato. Antes, los jugadores vivían alrededor de Las Higueras y ahí nos hacíamos fuertes, nos sentíamos protegidos. La gente debe ser factor importante. La zona necesita otro título”.