El joven deportista sampedrino viene siendo uno de los fijos a la hora de dar espectáculo en el circuito deportivo escolar Adicpa. El alumno del Colegio San Ignacio, se las está arreglado para destacar en una de las especialidades más técnicas del atletismo, donde ya suma medallas y experiencias que lo ponen en la lista de los interesantes proyectos regionales sobre el recortan.
Pudo ser el básquetbol, también el fútbol, dos disciplinas en las que probó de pequeño. Sin embargo, su futuro deportivo estaba destinado a desarrollarse lejos de los gimnasios y afuera de las canchas; más bien al borde de ellas.
Porque a la hora de escoger su pasión, Juan José Osadey se inclinó por las pistas de atletismo, donde con solo 16 años, parece todo un experto a la hora de calzarse las zapatillas de clavos. Y eso que la especialidad que escogió es todo menos sencilla. El salto largo, la misma disciplina donde otro exponente regional, Daniel Pineda, diera tantas alegrías al país, es el camino por el que optó este joven talento sampedrino. “Cuando entré al atletismo lo que mejor se me daba era correr y saltar, ahí decidí quedarme. De eso hace como hace cuatro años”, cuenta sobre su ingreso al deporte. “Había un compañero en el Acles que era un poco más grande y se especializaba en salto largo. Era por así decirlo, el mejor, era como una motivación y un ejemplo a seguir, entonces ahí supe qué quería hacer”, añade sobre su elección.
Dice que pese a las complejidades de su modalidad, se le dio natural, como si hubiese nacido para elevarse por los aires. “Para este deporte necesitas velocidad para la carrera, un buen rechazo al saltar y, principalmente, la técnica que tienes que trabajarla para saber cómo caer bien. Y todo eso fui capaz de captarlo en poco tiempo”, sostiene.
Juan José reconoce que la pandemia significó una importante traba a la hora de participar de competencias. De ahí que su despegue se produjera después de un par de años en la práctica. “Yo creo que hubiera empezado antes si no fuera por la pandemia. Así es que el año pasado fue cuando más le puse ganas y empecé a competir, y ya comencé a ver resultados ganando mis primeras medallas”, recuerda.
Fue en el circuito escolar Adicpa donde supo de victorias, lo mismo que en los Juegos Deportivos Escolares, donde su desempeño resultó fundamental para que su colegio brillara en la etapa comunal y provincial. “Eso terminó por confirmarme que el deporte significaba más que un pasatiempo muy bonito, era como sentir que haces algo bueno aparte de ser saludable, y donde puedes competir y también ganar”, expresa.
Aquello significó también el empujón definitivo que despertaría su ambición deportiva. “Tengo planes de entrar a algún club durante este verano para seguir desarrollándome. Encuentro que tengo las condiciones como para crecer mucho. El salto largo es más técnico y yo tengo ganas de sacar un rendimiento físico más grande. Lo otro lo tengo, el tema mental, nunca me coloco nervioso en las competencias y esa es una gran ventaja”, asegura. A partir de ahí, Osadey se plantea sus metas. “El próximo es el último año que me quedaría para competir por el colegio, así es que un objetivo sería llegar al nacional y si fuera posible, ir a los Juegos de la Araucanía, que sería una experiencia muy bonita. Con eso me sentiría bastante realizado y confirmaría que mi decisión de practicar deporte fue siempre la más acertada. Es más, creo que todos deberían al menos intentar vivir eso”, cierra.
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