El acero logró su sexto triunfo en 7 partidos y es líder, con un juego menos que su escolta. A ratos fue paseo, con tacazos, presión y muy buen fútbol. Un 3-0 inapelable sobre Everton para un puntero que se afirma.
Al fin volvía a casa y más de 3 mil hinchas llegaron a disfrutar de este Huachipato puntero. Sí, a sentarse y deleitarse con el vértigo y buen fútbol del acero de Gustavo Álvarez. Fue 3-0 clarísimo sobre Everton, con un primer tiempo brillante, y nuevamente bajo la conducción de los inspirados Palmezano y Altamirano.
Un tiro de “sombrerito” sobre Castellón en el palo hizo despertar al local, que tras dos pases de taco y una gran habilitación de Altamirano, abrió la cuenta con tirazo bajo de Rodríguez, uno que brilló. Y ahí se soltó el líder, tocando y tocando, con jugadores que se van en ataque y Montes con Jimmy Martínez cubriéndolos como si nada.
Movimientos muy trabajados, como ese segundo gol saliendo de un saque de banda. Ahí Rodríguez se la llevó con potencia y le cedió el gol a Cris Martínez. El paraguayo aportó con su sentido colectivo y a pura fuerza también pudo marcar un golazo en el segundo tiempo.
En ese lapso lo cerró bien el anfitrión con centro-gol de Palmezano, solo para confirmar que esto no es casualidad. Seis triunfos en siete partidos de un equipo que juega y no deja jugar. Un placer verlos en cancha y tenerlos como líderes.
Pudo ser cualquiera de los de arriba. Javier Altamirano y Brayan Palmezano vienen siendo constantes destacados de esta campaña y volvieron a ser sobresalientes, pero hay que subrayar un nombre que intenta afirmarse arriba y contra Everton hizo partidazo. Maximiliano Rodríguez marcó el primer tanto con gran derechazo rasante -lleva dos en el torneo- y luego aguantó muy bien por la derecha para asistir a Cris Martínez, quien anotó debajo del arco. Muy buenos movimientos por delante de sus volantes, en un equipo donde los jugadores de ataque se ven sueltos, fluyen y disfrutan de sus libertades.
El partido ya estaba cerrado con goleada y el técnico Gustavo Álvarez decide cuidar algunos nombres. Antes de los 80’ quita de la cancha a Martínez, Palmezano y Rodríguez. Solo faltaba Javier Altamirano, una de las grandes figuras del juego, que tenía amarilla por unos agarrones con Cuevas en mitad del campo. A los 81’ deja una plancha innecesaria sobre Henríquez y se lleva la tarjeta roja. Baja importantísima para el próximo encuentro. ¿Cómo lo hará Álvarez? Probablemente, ya no pueda tener ese “doble 10” en la cancha que tan buenos resultados le ha dado.
Everton no agarró la pelota prácticamente en los últimos 20 minutos del primer tiempo, cuando los de la usina la tocaban para lado y lado sin prestarla. Tras el descanso entraron Cuevas y “Sasha” Sáez, dos tipos difíciles de marcar y que podían complicar, pero el local lo mató rápido. Montes abre hacia la derecha y Palmezano mete un centro a Cris Martínez, que se lanza en palomita. No alcanza a tocarla, pero sí desacomoda a Torgnascioli para batirlo a los 50’. Fue el 3-0 definitivo y demasiada desventaja para Everton. El venezolano llegó a tres tantos en esta temporada, volviendo a lo grande.
Everton tuvo solo tres llegadas claras al arco siderúrgico, pero una pudo haber cambiado el encuentro. Recién se estudiaban cuando un error conjunto en la salida, a los 8’, terminó con la pelota en los pies de Luis Montes, quien intentó un zurdazo sobre el adelantado Castellón y, pese a su buen ejecución, dio en el palo. Fue clave porque un minuto después Huachipato saldría rápido y, luego de una serie de toques, Altamirano abrió a Rodríguez para que abriera la cuenta.