En un encuentro de ida y vuelta, donde mandó la pierna fuerte, el equipo aurinegro se quedó con una trabajada victoria y sus primeros tres puntos de la temporada. A la antigua, a la vialina, como le gusta.
No fue una oda al buen fútbol, a la técnica ni a la estética con el balón. Pero ¿Alguna vez lo ha sido en Fernández Vial?
Lo de esta tarde en el Ester Roa Rebolledo, se asemejo más bien a la esencia aurinegra, un encuentro rústico por momentos, de pierna fuerte por montón (no por nada hubo tres expulsados, uno en el local y dos en la visita), pero donde la intensidad nunca se transó, donde la pelota era el bien más preciado y se defendía a ‘muerte’.
Así, a la antigua, fue el triunfo del ‘Inmortal’, que dio cuenta por 2-1 de un Linares que opuso feroz resistencia, pero que terminó inclinándose ante 10 guerreros vestidos de amarillo y negro.
Alexander Concha de penal y Claudio Muñoz de tiro libre, sentenciaron la primera victoria de la temporada (y de varios meses) para felicidad de los casi 2500 hinchas que llegaron para apoyar cuando más se necesita.
En lo futbolístico, es claro que el técnico Jonathan Orellana tiene trabajo por delante. Vial careció de profundidad durante gran parte de la fracción inicial, se notó la ausencia de Ramírez (no puede faltar) y de Subiabre por la banda. Todo trabajable porque lo más importante, el espíritu aurinegro, eso parece que volvió a casa.
Cuando se oficializó su llegada a Fernández Vial, no fueron pocas las voces que se levantaron criticando su veteranía. Sin embargo, Claudio Muñoz se encargó en su debut con la camiseta aurinegra, de dejar en claro que llegó para ser el jefe, el patrón.
Ordenó la defensa vialina, obligando a Linares a probar de distancia, marcó los tiempos en la zaga y tuvo una limpia salida.
Pero no solo eso, porque cuando el partido ya se iba, se vistió de inesperado héroe marcando el gol de la victoria con un soberbio tiro libre.
Al capitán Claudio Muñoz le bastó un partido para ganarse el corazón vialino. La figura.
En un encuentro tan ajustado como el que se disputó en el Ester Roa, no se pueden dar ventajas de ningún tipo, menos todavía cuando aquello significa dejar con un hombre más al rival.
Algo que no tuvo en cuenta Diego Huerta, quien se hizo expulsar en una torpe acción sobre Pastene en medio campo, a quien embistió y golpeó en el rostro cuando este ya había soltado el balón. Desinteligencia absoluta, a sabiendas que ya tenía tarjeta amarilla y más aun, entendiendo que en el esquema de Orellana, oficiaba como principal referente de área.
No tuvo mucho qué hacer en el empate transitorio de Linares, tras el zapatazo de Saldaña.
Pero Nery Veloso tiene eso de los grandes arqueros, esos que aparecen en los momentos claves.
Se jugaba el séptimo minuto de agregado cuando tras un lateral, le quedó la pelota servida a un delantero visitante que pateó a quemarropa antes que algún zaguero vialino lograra cruzarse.
Parecía gol seguro, pero ahí estaba el ex seleccionado chileno, para hacerse grande y evitar con un tapadón lo que era la igualdad de Linares. Valió un gol, valió el triunfo. Momento clave.
Con ambos equipos jugando con 10 hombres debido a las correctas expulsiones de Huerta, en Fernández Vial, y del paraguayo Valiente en la visita, las acciones se mantenían absolutamente igualadas en la cancha de Collao, con el marcador 1-1. Hasta que en los 78’ Martín
Genskowski desniveló en contra de su equipo, haciéndose expulsar. Cinco minutos después llegó el gol del triunfo de Vial, tras un foul en su zona.
Lo discutieron todos los jugadores visitantes y hasta la banca de Linares una vez finalizado el encuentro.