Quinteto del Campanil batalló para ganar en Valdivia y luego arrasó en casa contra Temuco. Van por el “tri”, pero con un ojo en hacer historia internacional.
Son favoritos, lo saben y no les molesta. Pero tienen claro que no se gana con el nombre, hay que ratificarlo dentro del gimnasio y la UdeC partió con el pie derecho en la LNB. Primero ganó 74-64 en cancha de Valdivia y luego 127-60 a Temuco en la Casa del Deporte.
Carlos Milano fue la mejor mano del primer triunfo, con 14 puntos (Arteaga hizo 11 y Terry 10) y señaló que “comenzamos mal, lo hablamos como grupo y se hicieron algunos ajustes para cerrarlo de la mejor forma. Sabíamos que Valdivia es fuerte y que para ganarlo había que trabajarlos mucho”.
El segundo fue distinto, con 5 jugadores nacionales sobre los 17 puntos (Arteaga, Carrasco, Sáez, Rubio y Silva) y llegando a los 100 ya en el tercer cuarto. Milano comentó que “ahí nos vimos mejor, el equipo sólido que andamos buscando. No olvidemos que veníamos de un viaje largo con dos partidos durísimos por Champions, volvimos a entrenar y después son 6 horas a Valdivia. También agota, pero ahí es donde ayuda tener un plantel largo. Acá hay 5 que entran jugando y luego entran otros 5 que mantienen un mismo nivel”.
El viernes recibirán a Ancud y el domingo repetirán en casa contra Castro. El pivote apuntó que “Ancud es duro, será un partido reñido. La agenda está cargada y todos quieren bajar a la UdeC, es la meta de los demás equipos. A la semana siguiente tendremos que desplazarnos a Brasil y queremos ganar de nuevo, hacer historia, pelear una clasificación que sería inédita. Ganamos a Obras, jugamos de tú a tú contra Franca. Podemos hacerlo de nuevo, estamos preparados”.
Y asegura que esa victoria en Argentina todavía se siente en el camarín. “Fue un momento muy lindo y te deja el ánimo por las nubes. Tampoco es para quedarse con eso, pero te hace creer en lo que estamos haciendo. Hay un compromiso de todos por seguir sumando títulos y todos nos sentimos importantes”.
Milano también sabe lo que pesa y advirtió que “entiendo perfectamente mi rol, tengo buenos minutos y siempre intento que sean de calidad. Siento que aporto y el profesor confía en el grupo, rota mucho para manejar las cargas”.