Sorpresiva derrota albiceleste, en una jornada que continuó con dos pálidos empates y una goleada de Francia.
La expectativa era demasiado alta y hasta desmesurada. Por lo mismo, la derrota de Argentina por 1-2 ante Arabia Saudita, caló hondo al otro lado de la cordillera. En los sitios web deportivos albicelestes se preguntan si significó la caída más dolorosa para ellos en la historia de los mundiales, incluso.
Es que Arabia Saudita asoma siempre como el rival más débil en cualquier grupo. Sin ir más lejos, en el Mundial pasado cayeron 0-5 en el debut ante Rusia. Los asiáticos son el equipo ante el que todos se quieren medir para prácticamente asegurar tres puntos. Por ello, haber perdido ante los árabes no fue lo mismo que resignar puntos ante Polonia o México. Un batacazo.
Messi marcó el 1-0 de penal y todo parecía encaminarse, pero dos muy buenos goles al 48’ y 53’ de Al-Shehri y Al-Dawsari enterraron a Argentina. Desazón total para un país que se daba por favorito para ganar el Mundial casi caminando. Y todavía pueden lograr tal objetivo, aunque deberán sí o si ganar sus dos próximos duelos.
Pocas emociones brindaron más tarde Dinamarca y Túnez. El 0-0 hizo justicia a lo ocurrido en cancha, con un rendimiento decepcionante de los europeos, llamados a pasar de fase y llegar lejos.
Era una final para ambos, pero no la jugaron como tal. Lewandowski se perdió un penal, donde un Ochoa siempre mundialista se hizo fuerte como en tantas ediciones pasadas. Un 0-0 que no le sirve a ninguno y que favorece a una Argentina que si gana sus próximos duelos, estará en octavos de final.
Partió perdiendo, pero reaccionó y puso las cosas en su lugar. Francia goleó 4-1 a Australia en un macizo encuentro, respondiendo al cartel de favorito y candidato al título. Marcaron Giroud (2), Rabiot y Mbappé para el vigente campeón, descontando Goodwin.