Los lilas vencieron 2-1 a Rodelindo Román y lograron salvarse del descenso.
Tensión. El concepto preciso para definir lo que se vivió en el Ester Roa. Por lo menos hasta la media hora de partido. La permanencia estaba en juego, una final sin copa por el honor, y Deportes Concepción jugó como tenía que hacerlo.
Fue un triunfazo 2-1 para los lilas en un ambiente que motivaba o te atemorizaba. Y el “León” salió a jugar con las garras afiladas. Así, anotaron el primer gol al 3’ con un cabezazo de Lautaro Rigazzi tras un tiro al travesaño de Verdugo. Pero, inexplicablemente, el segundo asistente Cristóbal Berríos levantó la bandera y cobró un offside que nunca existió.
Tras ello, el partido cayó en un pozo, donde la imprecisión y los nervios pudieron más que el buen fútbol. Rodelindo sólo se acercó con aislados centros que contaron con una dupla de centrales concentradísima. El mediocampo mezcló buenas y malas, aunque Navarrete, Manzo y Verdugo nunca dieron pelota por perdida, colaborando en labores defensivas e intentando juntarse con los extremos.
La tensión se mantenía e irse 0-0 al descanso no era descabellado. Pero cuando por juego colectivo no se puede, la pelota detenida marca diferencias. Iban 29’ y un tiro libre de David Henríquez fue conectado con potencia en el área chica por Gerardo Navarrete, inflando la red y celebrando con euforia el 1-0 para Deportes Concepción. Un enorme desahogo.
No daba para confiarse la ventaja, pero los lilas ganaron confianza. Tanta, que al 35’ y desde fuera del área, Joaquín Verdugo se animó a rematar a portería y la vida fue eterna en tres segundos. Parecía que la pelota nunca encontraría destino y ante la mirada atónita del portero Abarca, el balón ingresó al arco, se coló al ángulo y provocó los festejos de todo el estadio. Un golazo digno de Premier League y el 2-0 para el “León”, marcador con el cual se fueron al descanso.
El 2-0 era un marcador cómodo en cualquier otro contexto, pero no cuando al rival le sirve el empate. Concepción quedaba expuesto a cualquier imponderable, por lo mismo el cabezazo de Ibarra al 54’ que fue controlado por el arquero Abarca, fue profundamente lamentado en el estadio. Rodelindo Román esbozó una recuperación más por urgencia que por buen fútbol, chocando con una defensa lila que despejó todo. La tensión se mantenía en Collao, aunque el porcentaje de desesperación disminuyó con el paso de los minutos.
Por un buen rato no hubo ocasiones de gol en ninguna área. Concepción tenía controlado a su rival y dejaba que el reloj avanzara. En eso, otra vez la pelota detenida fue protagonista. Al 81″ y con un certero tiro libre, David Quiroz marcó el descuento para Rodelindo Román. Los minutos finales fueron de infarto y allí los hinchas se hicieron notar, levantando a un equipo nervioso que jugó cada pelota como si fuese la última para mantener la pelota, la ventaja … y la permanencia.
Tras el pitazo final de Véjar en Collao hubo una sensación de alivio, llanto y felicidad. Se festejó como un título, aunque en el fondo todos saben que de cara a la próxima temporada, Deportes Concepción no puede volver a repetir temporadas así.
FICHA TÉCNICA
Hora: 15:30
Estadio: Ester Roa
Árbitro: Fernando Véjar
Deportes Concepción (2): Celso Castillo; Matías Lagos (87’ Agustín Ambiado), Lautaro Rigazzi, Maximiliano Riveros, Claudio Fernández; Gerardo Navarrete (87’ José Molina), Fabrizio Manzo, Joaquín Verdugo (72’ Christian Jelves); Ignacio Sepúlveda (87’ Sebastián Torres), David Henríquez (60’ Fabián Ramírez), Juan Sebastián Ibarra. DT: Nicolás Fernández
Rodelindo Román (1): Claudio Abarca, Roberto Romero (74’ Carlos Cisternas), Ricardo Muñoz, Ángel Rojas, Luis Salazar; Diego Oyarzún, Israel Muñoz, Jorge Lagües; Nicolás Aravena (45’ Alessandro Rizzoli), David Quiroz, Nazareno Fernández (55’ Augustine Ezeali). DT: Rodolfo Madrid
Goles: 1-0, 29’ Gerardo Navarrete; 2-0, 35’ Joaquín Verdugo; 2-1, 81’ David Quiroz