El jugador formado en Old John’s formó parte del equipo chileno que por primera vez clasificó a octavos de final de un Mundial, cuenta su experiencia y asegura que este grupo seguirá entregando éxitos al país.
Los Cóndores hicieron historia clasificando por primera vez a un Mundial (Francia 2023) y en la especialidad de Seven también lograron un hito. Fueron hasta Sudáfrica y derrotaron en el debut a Alemania por 15-12 y se metieron por primera vez en la ronda de octavos. Luego serían superados por el anfitrión, vencieron 24-21 a Escocia y se quedaron con el lugar 14 al perder esa definición por 12-10 a manos de Canadá. Mano a mano con los grandes y ahí estuvo el penquista Cristóbal Game.
El jugador formado en Old John´s cumplió 20 años recién en julio y asoma como una figura de gran proyección. Game señaló que “como equipo fue una actuación muy buena, superamos la marca que tenía el seven de los dos campeonatos anteriores y logramos disputar el 13º lugar que es una muy buena marca. Destacar que somos un grupo joven que todavía le quedan campeonatos para aprender y poder llegar a disputarle partidos a los equipos tradicionales”.
Y Cristóbal es pieza importante de este grupo. “En lo personal creo que fue un buen torneo, pero siento que todavía me queda mucho por aprender, afinar detalles que en momentos pueden cambiar un partido como lo puede ser dar un buen pase, pararse en otro lugar y estar atento a todo lo que pueda pasar. Fue una muy linda experiencia, que guardaré para toda la vida”.
El rugby chileno se está anotando en mundiales, algo nuevo para este deporte, pero no casualidad, fruto de un tremendo trabajo desde la cabeza a la base. Game aseguró que “un Mundial es algo increíble, jugar contra los locales frente a su gente en un estadio de esa magnitud es impresionante. El ambiente que se vivió en el estadio, como la gente vive esta fiesta, todos disfrazados disfrutando el momento, cantando, bailando y alentando a todos los países hace a uno amar el deporte y gozar de lo que uno hace”.
Venía recuperándose, llegó justo para Sudáfrica y reconoció que “me sentí bien, sin molestias de la lesión anterior, gracias al trabajo que hemos hecho con el kine del equipo y el preparador físico puedo jugar sin dolor. Tenemos que preparar ahora los Juegos Sudamericanos, que se van a jugar la primera semana de octubre en Asunción Paraguay y vamos con mucha expectativa”.
Finalmente, el campeón del Mundial de Seven fue Fiji, que derrotó en la final por 29-12 a Nueva Zelanda. Tercero fue Irlanda, pero para la historia quedó Chile en octavos de final y rescatando el lugar 14. La vara quedó alta.