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Agustín Game: el nuevo embajador de una dinastía de la ovalada regional

El alumno del Colegio Saint John’s es parte de un linaje de jugadores que partió con su padre y que hoy mantiene vigente junto a su hermano Cristóbal, seleccionado chileno de seven. Un camino que está determinado a seguir.

Por: Samuel Esparza 08 de Agosto 2022
Fotografía: Cedida

Reza el dicho popular que el rugby es “un deporte de bárbaros jugado por caballeros”. De la primera parte de la frase ya se encargarán los expertos, porque la segunda queda perfectamente representada en los hermanos Game, dos jóvenes sampedrinos que se están labrando un camino que promete grandes alegrías en el deporte.

Cristóbal (20), el mayor, lleva la delantera y ya ha sido parte de estas páginas con sus grandes actuaciones en los últimos procesos de la selección chilena seven, con la que el año pasado logró la clasificación al mundial de Sudáfrica 2022 y con la que recientemente obtuvo el tricampeonato de los Juegos Bolivarianos, anotando el try final.

El menor, Agustín (18), hace su estreno absoluto con esta nota, pero no cabe duda de que es solo la primera de muchas que se vienen.
Tal como su hermano es de palabra fácil, de carácter alegre y bien dispuesto al diálogo. Alumno de Cuarto Medio del Colegio Saint John’s, comenzó muy niño en el deporte de la ovalada, casi llamado por una cuestión de sangre.

“Empecé a practicarlo en tercero básico siguiendo los pasos de mi papá (Ronald Game, recordado ex jugador de Coipos y la UBB) y mi hermano. Desde ahí que juego por mi colegio y hace poco también en series menores de Old John’s, el club de mi colegio. Es algo que se dio porque tengo un buen ejemplo de mi hermano, siempre me motivó tratar de alcanzarlo en todo lo que se proponía. Si él ganaba algo, yo también debía hacerlo, siempre se dio dado una sana competencia”, sostiene el fly-half.

Creciendo en casa

Veloz y agudo generador de juego, los comienzos de Agustín fueron con el entrenador Rafael Ruiz, aunque al ser un deporte de familia, traía ya nociones claras desde casa.

Con esa base privilegiada, no tardó en hacerse de un lugar en las diversas selecciones del Saint John’s, con las que cumplió destacadas actuaciones en el competitivo circuito de colegios británicos. Aunque su mejor nivel lo mostró en las últimas ediciones del Seven de Reñaca, donde participó de dos títulos consecutivos, siendo elegido mejor jugador de 2021.

“Mi desarrollo como jugador es gracias al apoyo que he tenido y a mi esfuerzo, va en directa relación a mi calidad de entrenamiento. Siempre trato de ir mezclando las buenas notas con el buen rugby, buscando el equilibrio”, asevera.

Ese alto nivel le permitió vivir sus primeros entrenamientos con el equipo mayor de Old John’s y más aun, sumar procesos con la selección nacional M16 y M18. “He tenido unos pocos entrenamientos con los adultos de mi club en modalidad seven y me di cuenta que me falta un escalón para estar al mismo nivel de todos. Pero con esfuerzo se puede”, dice el jugador que el año pasado vistió la Roja M17 en una gira a la Argentina y este año estuvo en los Juegos de la Juventud de Rosario, en M18.

Cuestión de familia

En cada paso dado, Agustín reconoce el aporte de su hermano. “Todas mis decisiones tomadas en el rugby fueron por influencia de Cristóbal. Cuando juego un partido y me equivoco, me aconseja. Gracias a él soy lo que soy ahora, somos muy unidos”, reconoce.

Y añade, “jugar juntos es un anhelo de chico, siempre le pregunté a mi papá si alguna vez nos iba a ver jugando por algún equipo o la selección, como los hermanos Neira. Ojalá mi hermano me espere, por lo pronto sigo con la sana competencia y mientras él fue oro en Valledupar, yo fui plata en Rosario”.

Contento por el crecimiento que está experimentado el rugby chileno a partir de los últimos éxitos, que tuvieron como corolario la reciente clasificación al Mundial de Francia, Agustín confía en que la disciplina seguirá desarrollándose. Y él quiere ser parte de ese progreso.

“Los juveniles que vienen están súper motivados, ven los resultados de los mayores y todos quieren llegar. Y eso se ve en los procesos de selección que están muy difíciles, con mucho nivel. Por eso estoy tratando de entrenar lo que más puedo para llegar lo más lejos posible en el estudio y en el rugby”, proyecta.

“Ojalá que los chicos que vienen abajo se motiven con lo hecho por los Cóndores y podamos seguir creciendo hasta que podamos ganarle a Argentina”, sentencia.

Ah. Abajo viene otro hermano Game, tiene 15 años y también es titular en la selección de rugby de Saint John’s. La dinastía tiene larga vida.

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