Partieron en desventaja, pero remontaron con dos testazos y mucha garra. En un clásico no existen los favoritos y Vial lo sufrió. Partidazo.
El clásico otra vez tuvo de todo: muy buen ritmo, pierna fuerte, una remontada fuera de cálculo, ambas barras cantando a todo pulmón y las chicas llorando al final del juego. De tristeza y otras de felicidad. Así se vivió este 2-1 de la UdeC sobre Fernández Vial que deja a la UdeC en quinto puesto. Y fue merecido, en el segundo tiempo las aurinegras extraviaron su juego y las universitarias metieron el corazón a fondo.
Abrió la cuenta Maira Vidal, a los 41’, con un notable control y definición tras pase largo de Elisa Pérez. Era mejor Vial hasta que se desarmó en mediocampo y lentamente la UdeC empezó a llevarlas hacia su arco. Las dirigidas por Zaracho fallaron tres ocasiones claras para aumentar su ventaja. Eso dolió.
Y la UdeC festejó tras notables cabezazos de la incansable Rachel Padrón -jugando bien adelantada- y Aida Castillo, ganándole a las siempre imponentes centrales de Vial. El local no supo reaccionar, pero lo del Campanil no es casualidad, hoy son un adversario durísimo para cualquiera. El clásico no decepcionó y fue con todo, esta vez le tocó reír a la UdeC.
A Vial le costó mucho hilvanar su buen fútbol habitual en mediocampo, a ratos cayó en el roce y sucumbió ante la intensidad que le propuso su rival. La líder en esa zona del campo fue Aida Castillo, que vivía una tarde especial. Cuando se jugó el primer clásico a nivel Anfp ella marcó uno de los goles de ese lejano triunfo aurinegro 2016 por 3-1 y la vida da muchas vueltas. A su buena labor quitando, cooperando constantemente con las centrales y distribuyendo con criterio, agregó el gol de la victoria, a los 78″, con un contundente cabezazo frontal a Díaz. No lo gritó, por respeto a su ex club, pero se llevó los aplausos.
La salida de Melissa Bustos era totalmente comprensible porque había caído en el juego del adversario, se estaba llenando de faltas y no había podido maniobrar como le gusta. Lo que sí fue clave fue la salida de Maira Vidal, que había sido silenciosa figura y no solo por el gol, sino también por todo lo que corre al medio. Ella había robado un par de balones, uno pudo ser gol de la “Vivi”. Tempranamente, Vial apostó por una volante más de corte (Chávez) y la UdeC se le fue encima, el partido fue otro. Después salió Caniguán, que hacía correctísimo encuentro y el local llegó muy poco.
La “Maquinita” tuvo ocasiones claras para marcar y cerrar el partido antes del cabezazo de Padrón que las dejó descolocadas. Pudo ser con un doble intento de Norma Castilla que terminó sobre el arco y un tiro de Viviana Torres que se apresuró un poco en rematar tras una pelota robada por Vidal, su derechazo salió desviado. Pero la más clara fue de la propia “Vivi” ganando con potencia, llevándose a la fuerza a su marca, para quedar frente a frente con Pincheira. Quiso reventarle el arco y erró en in mejorable posición. No perdona nunca, pero esta vez terminó penando.
La UdeC comenzaba a emparejar lentamente el trámite del partido y el control de la zona media, pero no contaba llegadas concretas de gol. Eso hasta que, a los 67″, un desborde por la derecha terminó en un centro venenoso, bombeadísimo, que se fue sobre la cabeza de Javiera Díaz y encontró a Rachel Padrón entrando con decisión para picar el testazo al suelo y empatarlo.