Jairo Castro, presidente del cuadro minero, analizó el delicado momento económico de la institución. “No hay apoyo de la gente, el municipio ni empresas”, aseguró.
Los días más oscuros para Lota Schwager desde 2017. Cuando todo parecía en paz y se acercaban los días para el estreno minero en el campeonato de Tercera División, un comunicado viralizado por las redes sociales daba cuenta del duro momento económico de un club histórico y de enorme tradición no sólo en el Biobío, sino que en el país.
Jairo Castro, presidente de Lota Schwager, es consciente del difícil momento de la institución y por lo mismo no se guardó nada. “Como familia, decidimos detener todas las operaciones y arriesgar la opción de no participar este año, debido a la falta de apoyo del municipio, las autoridades locales, empresarios de la zona y la gente. Los clubes no se llevan por las redes sociales ni por internet, sino que buscando flujos económicos. Llevamos cerca de 20 personas inscritas en la campaña de socios y ni 30 entradas vendidas para nuestra Tarde Minera, en la que se supone sería una fiesta para disfrutar. Ese es el reflejo de la falta de compromiso de la gente con el club”, expresó el directivo minero.
Y apuntó dardos a varios lados, en un momento realmente delicado que pone en jaque la continuidad de la institución. “A la fecha, han sido 42 las reuniones que hemos tenido con empresas de la zona y sólo 2 aceptaron estar este año con el club: Camanchaca y Mundo. Además de la barra, que compró un espacio en la camiseta. Dentro de esos tres sponsors, no cubrimos ni un mes y medio, y el torneo dura 9 meses. Hay que ser realistas, como familia Castro no podemos sostener al club este año. Nos vemos en la obligación de llevar esto a la luz pública, ya que hay cerca de 40 familias en el plantel y hay que ser responsables con ellos. Por parte de las empresas, todo son excusas, que ya cerraron el presupuesto, que no hay recursos o que no trabajan son Sadp. Muchas de estas empresas no aportan nada a la zona, sino que a clubes que son de Santiago u otras regiones, pero ninguna se hace cargo de todo lo que contamina, con personas acá que sufren día a día olores y ruidos. Somos el club más representativo de la zona y no tenemos llegada”, agregó Jairo Castro.
A fines de 2020, causó enorme sorpresa que los dos Lota Schwager que existían, se unían para ser sólo uno. Así, el equipo donde estaba Jairo Castro a la cabeza y el otro donde asomaba Bernardo Ulloa, de un momento a otro pasaron del odio al amor y de enemigos a socios. ¿Fructificó aquella alianza? Ayer, a un año y medio de tal “unión”, Jairo confesó que “todo fue un show, un espectáculo y campaña política. Estábamos en momentos de elecciones y con eso aclaro todo. Lo que se firmó fue la compra-venta de un auto, ni siquiera hubo documentos legales del tema. Fue todo mera expectativa que hicimos pensando en que generando esta unión, la contraparte cumpliría unos acuerdos que nunca se llevaron a cabo”. Tales acuerdos consistían en una gestión de empresas mediante el Parque Escuadrón, compra del espacio publicitario, compra de acciones y gestionar un sustento económico que generara inversiones para el club.
¿Y si hay gente esperando que la actual directiva se vaya para que posteriormente aparezcan apoyos? Al respecto, Jairo Castro comentó que “quizás no nos entregamos, asociamos ni coludimos como otros querían. No tenemos respuestas en base a una administración donde en 5 años no hubo problemas de sueldos. Mi postura es que a nosotros no nos quieren. No somos del círculo político o los ideales de las empresas. Y si es así, el correo es administracion@lotaschwager.cl y se reúnen con nosotros, hoy el club está a la venta. No regalaremos nada, si alguien quiere comprar el club, bienvenido sea. El club debe estar sobre los 500 millones de pesos. En el caso de vender, no somos responsables de quien asuma. Es abrir las puertas y seguir trabajando”
Finalmente, el actual timonel de Lota Schwager, apuntó al hincha y fanático del club. “No soy de la zona, soy ariqueño, pero me he dado cuenta que la gente de acá es sumamente conformista. Al minero se le daba educación y agua gratis y esa idiosincrasia no ha cambiado, la gente quiere que le den todo gratis. Se reclama que la campaña vale 5 o 10 mil, que la camiseta vale 20 mil, etc. El conformismo es netamente idiosincrasia de gente de la zona que dice querer algo y no se compromete con que se lleve a cabo. No sabemos que quiere la gente de su club, así que para eso, mejor que no haya club. Es lo que se merece la zona. Antes se reclamaba que los Valdés supuestamente se robaban el club, pero ahora le doy la razón a Jaime (Valdés) de la postura que él tiene con la gente de acá. La fecha culmine de todo esto es el próximo lunes, es una decisión triste y no encuentro ni las palabras para expresarme porque ha sido un trabajo arduo, pero jamás pensamos que nos encontraríamos solos en medio del mar. El mensaje a la gente es simple, que se pongan las pilas si quieren una institución que los represente”, cerró el presidente minero.